El bloque de Cambiemos tiene una función que se auto impuso: “Poner la lupa en los proyectos”. Así lo manifestaron dos senadores a Página Política. Se podría agregar a su consigna: “Prestar atención a todo lo que viene de Diputados con la venia del mismo bloque”. Sucede que lo que en la Cámara baja la oposición vota a mano alzada, cuando llega al Senado se vuelve a fojas cero. Eso sucedió, en este caso, con el proyecto que impulsa una condonación de deuda de los complejos termales al ente que los aglutina. La perla en todo esto es que uno de los beneficiarios sería el empresario multifacético, Miguel Marizza.
En la Comisión de Hacienda y Presupuesto del Senado, los integrantes de Cambiemos pusieron el grito en el cielo con esta iniciativa. Raymundo Kisser se encargó de poner de relieve que la deuda que se originó es del 2013 y fue, precisamente en ese año y el siguiente, en el que se incrementó. De esa manera relativizó lo que dicen los fundamentos del proyecto que apuntan a que la deuda se originó, básicamente, por las inundaciones de 2016, lo que provocó una baja en la actividad turística. El radical redobló la apuesta. Les preguntó a sus pares oficialistas por qué no se condonó el inmobiliario rural a los damnificados por las inundaciones de ese mismo año cuando él lo propuso. Hubo silencio.
Pero la reunión de comisión tuvo una sorpresa. Por lo menos dos senadores peronistas se mostraron de acuerdo con la posición de Cambiemos. De hecho surgió una contra propuesta a quienes impulsan la condonación. Consiste en flexibilizar la forma de pago de la deuda. “Veremos cómo pagan, pero está claro que tiene que pagar”, se despachó un legislador. El próximo paso será escuchar a los empresarios termales. La reunión será el 15 de noviembre, en la comisión.
Cambiemos, en la Legislatura, ha mostrado grietas. Proyectos de relevancia como una autorización al Poder Ejecutivo para endeudarse pasó como por un tubo en Diputados, pero cuando llegó al Senado se trabó. En esa oportunidad, Cambiemos incluyó un artículo que implicaba que el 16 por ciento del monto que se obtuviera como deuda se repartiera a los municipios. Así salió finalmente la ley. Oficialismo y oposición se jactan hasta el día de hoy de esa enmienda a la iniciativa. Ejemplos como ese hay varios. El último fue en torno al perdón impositivo a los organizadores de la Fiesta de Disfraces. En el cuerpo que preside Sergio Urribarri se levantó la mano, cuando llegó al recinto de Adán Bahl el voto fue dividido.
