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Paraná merece conocer el destino del Patito Sirirí

Quien haya nacido, se haya criado o visitado nuestra querida ciudad de Paraná, conoce y tiene un enorme cariño por el emblemático Patito Sirirí. Este espacio verde, de terreno barrancoso que ofrece una inigualable vista del Río Paraná en su paso por la capital de Entre Ríos, está hoy en peligro.

Por Silvina García (*)

Una mañana los paranaenses que disfrutamos de pasear por las subidas y bajadas que ofrece nuestra ciudad, nos encontramos con una gran porción de terrenos cercados y delimitados para evitar el ingreso, y muchos se preguntaron: ¿cómo van a impedir el ingreso a un espacio público? Así fue que recibimos como un baldazo de agua fría que esas colinas verdes con vista espectacular tienen dueños y esos dueños no somos todos nosotros como pueblo, sino que se trata propietarios particulares.

Desde principios de este año, seis meses atrás, los terrenos ubicados sobre calle Manuel Alberti entre las calles Gregoria Matorras y De la Torre y Vera están en una misteriosa disputa. Esta problemática se vuelve misteriosa por el dubitativo accionar del gobierno municipal encabezado por nuestro Intendente que debería hacerse cargo del rol que asumió por voto popular y representar a los ciudadanos paranaenses que, lo hayan votado o no, hoy lo tienen como representante.

Se entiende que no se trata de una problemática de fácil solución porque se encuentran dos clases de intereses en pugna. Por un lado, está el imaginario colectivo y el afecto de los paranaenses que considera que estos terrenos pertenecen al patrimonio de la ciudad y, por otro lado, están los derechos reales de los propietarios privados a disponer sobre estos terrenos, dentro de la normativa vigente.

Considero que la estrategia municipal de dividir estos terrenos en dos: Lotes A y B, constituye un gran error porque los proyectos en estudio impulsan solamente la declaración de interés público para el lote A, que es el que da al sur, lindando con calle Alberti, que se define habitualmente como el más aprovechable, ya que el lote B está compuesto casi en su totalidad por una pronunciada barranca. La problemática se agranda porque si la municipalidad decidiera declarar de interés público un solo sector para luego gestionar una ley de expropiación, estaría dejando el campo abierto, de alguna manera, para que los dueños del terreno expropiados tengan la posibilidad de hacer una acción judicial para que se les expropie también el remanente del lote norte (Lote B) que quedaría inutilizado por tratarse de un terreno mayoritariamente de barrancas.

En este sentido, nuestro reclamo como sociedad, como vecinos, como paranaenses no recae ante estos privados que tienen títulos legítimos y que no están en cuestión. Sino que la responsabilidad social, civil y legal recae ante el Sr. Intendente que, como representante de los paranaenses y ante su compromiso de defender los intereses comunes de la ciudad de Paraná, debería tomar una decisión al respecto.

Creemos que el Intendente Bahl, en vez de hacerse cargo de este natural conflicto de intereses al que nos enfrentamos y gestionar activamente para lograr una solución satisfactoria para todos, evade el tema ante la opinión pública y si habla frente a los micrófonos elije hacerlo sin hacer mención a un problema que a muchos vecinos nos preocupa. ¿Qué va a pasar con esas barrancas que nos vieron crecer? Con esos terrenos que son un pulmón para la ciudad, con esa vista que no se puede comparar.

Desde nuestra humilde opinión, Sr. Intendente, usted debería dejar de dilatar este asunto y tomar una decisión al respecto. Debe dejar en claro si bogará por la declaración de interés público y la expropiación de estos terrenos o, directamente, decirle a todos los paranaenses que su decisión es no gestionar la expropiación de los mismos.

Dar a conocer esa decisión es lo que como gobernante le corresponde hacer y es lo más sano para todos. Más aún, hoy, que el oficialismo municipal tiene los votos suficientes en el Consejo Municipal para avanzar, eventualmente, en una ordenanza de declaración de interés público de esos terrenos.

En estos temas lo peor que se puede hacer es no tomar una decisión. En otras palabras, esto es no hacer nada. ¿Por qué decimos esto? Porque los privados, atentos a esta indefinición, pueden incorporarle mejoras y aumentar su valor de estos terrenos que hoy están tasados, por informes de las áreas municipales, en 3,2 millones de dólares. Esto complicaría la posibilidad de expropiación, en caso de avanzar con esta alternativa.

Son múltiples y diversas las aristas que se ponen en juego en esta problemática, pero consideramos que un buen dirigente que represente los intereses de los paranaenses debería, al menos, tomar una decisión y gestionarla.

Sr Intendente, si no sabe o no quiere comprometerse con una decisión, existen mecanismos de consulta popular que son válidos para que seamos los vecinos de Paraná los que decidamos qué hacer con esos terrenos cargados de historia, de afecto y paisajismo.

Como Movimiento de Afirmación Radical entendemos que esta situación no puede continuar en suspenso y exigimos a los actuales representantes de la ciudadanía paranaense una toma de postura clara que sea comunicada al pueblo que hoy se encuentra privado del acceso a las barrancas que vieron crecer y jugar a miles de vecinos de Paraná.

Exigimos que el Sr. Intendente deje de jugar a las escondidas y tome una decisión y que sea cuanto antes para evitar que esta problemática continúe creciendo y, eventualmente, aumentando el valor de los terrenos.

Es nuestro deber como ciudadanos exigir que nuestros representantes elegidos por voto popular oficien como tales haciendo defensa de los intereses comunes del pueblo representado. Por eso, Sr. Intendente cumpla, nada más ni nada menos, con su responsabilidad y haga su trabajo.

Paraná merece conocer qué destino tendrá el Patito Sirirí.

 

(*)Precandidata a Intendente Municipal de la ciudad de Paraná.

Fuente: Página Política
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