
La conmemoración del Día de la Memoria en Nogoyá derivó en polémica.
El intendente de Nogoyá, Rafael Cavagna, eligió como orador central del acto oficial al dirigente del peronismo, exintendente, Jorge Moreyra Ghiglione, de conocida postura negacionista respecto de la actuación del Terrorismo de Estado al que fundamenta en el contexto de una “guerra”.
Además, Cavagna convocó a los familiares de los desaparecidos de la ciudad, algunos de los cuales se retiraron del acto ante el tono del discurso. Entre las víctimas del Terrorismo de Estado de la ciudad se cuenta a la familia Amestoy, asesinada en la denominada “Masacre de la calle Juan B. Justo”. En el hecho fueron ultimados Fernando Amestoy, de 3 años; María Eugenia de 5 años; y sus padres, Omar Amestoy y María del Carmen Fettollini.
Hubo otro acto en Nogoyá por el 24 de marzo, organizado por el funcionario de Vialidad Nacional, Daniel Koch, que también ha tenido, en su historia política, más de una expresión enmarcada en la “teoría de los dos demonios” y de agresión a los organismos de Derechos Humanos y su política en favor de la memoria y en reclamo de verdad y justicia.
Rechazos
Desde el Gobierno provincial, el repudio se expresó en la palabra del subsecretario de Derechos Humanos, Daniel Paduán. “Es lamentable y doloroso que desde un acto oficial organizado por el municipio de Nogoyá en el día de la memoria, tan importante para la defensa de los Derechos Humanos, garantías establecidas en la Constitución Nacional y del régimen político democrático, se haya permitido reflotar con total impunidad la teoría de los dos demonios, incluso hablando de guerra armada”, manifestó el funcionario.
Criticó especialmente que se haya citado -en el discurso de Moreyra- al filósofo francés Tzvetan Todorov “para falsear la historia Argentina sobre la violencia política, con hechos aislados y encubrir la represión sistemática y criminal contra el pueblo de la patria”. Para Paduán, se trata de “una provocación innecesaria, quizás cargada de oportunismo politiquero, ofendiendo a las víctimas del Terrorismo de Estado, y a sus familiares que se retiraron del acto”. “Pedimos reflexión a todos quienes tienen responsabilidad institucional en fortalecer la democracia y hacerlo en el camino de la Memoria, la Verdad y la Justicia”, concluyó.
Desde el peronismo de la ciudad, a través de los concejales del PJ, se cuestionó el mensaje del acto oficial. “Es totalmente comprensible el retiro del lugar de los familiares de las víctimas de la dictadura cívico militar, como también es inentendible el consentimiento del Presidente municipal, convalidando con su presencia semejantes afirmaciones, siendo el principal responsable del acto oficial”.
Organismos de Derechos Humanos y organizaciones políticas y gremiales de la ciudad también se expresaron. Se repudió el tono negacionista del acto oficial.
“Es doloroso para el conjunto del pueblo nogoyaense, que ha sido víctima del Terrorismo de Estado, que desde el Gobierno municipal se adhiera a estas palabras que niegan nuestra historia y se burlan de las víctimas de la dictadura cívico militar”, se apuntó.
“Que desde nuestros espacios se discuta con la postura del orador del acto de ayer no es nada nuevo, por el contrario, ha sido parte fundante de nuestro histórico posicionamiento sobre la dictadura genocida. Lo gravísimo es que desde el Estado municipal se avalen este tipo de posturas que niegan la lucha que hemos construido todos los argentinos y argentinas durante estos años de democracia y que se sintetizan en el grito de Nunca Más”, añade el texto.
“Lejos de tratarse de un posicionamiento inexplicable por parte del municipio, la postura adoptada se enmarca dentro de un nuevo plan para desarticular la lucha de Memoria, Verdad y Justicia”, continúa el texto que reclamó “ser claros” y “no confundirse”.
“Lo ocurrido no se entiende desde una liviandad en la organización del acto, sino más bien de todo lo contrario. Se trata de un firme compromiso en la construcción de un relato cómplice de los crímenes de la dictadura cívico militar que avala la teoría de los dos demonios”, se fustigó. “Teoría que debe ser desterrada desde hoy y para siempre ya que el tratamiento diferenciado entre crímenes cometidos por el Estado y delitos cometidos por particulares constituye un pilar fundamental del consenso democrático. Los Estados son los que violan los derechos humanos. Para los delitos cometidos por los individuos existen las leyes que los castigan. La violación de derechos humanos en forma sistemática se hizo desde el poder. Y eso es lo que repudiamos y juzgamos”, se argumentó en el texto.
Fuente: Página Política