El Senado aprobó con el voto de la mayoría oficialista los pliegos de la jueza de la Sala del Trabajo de la Cámara de Apelaciones de Concordia, Laura Mariana Soage, para la Sala del Trabajo del Superior Tribunal de Justicia (STJ); y del vocal interino del cuerpo, Leonardo Portela, para la Sala Civil y Comercial.
En ambos casos no hubo impugnaciones de ningún tipo, según adelantó oportunamente Página Política. Sí, en cambio, hubo adhesiones.
En la sesión de este martes se cubrieron las vacantes en el alto cuerpo. De esta manera se da por cerrada una etapa de renovación en los últimos años. Gustavo Bordet terminará su segundo mandato habiendo designado 5 de los 9 vocales.
En todos los casos tuvo el acompañamiento de la oposición, excepto con Seoage y Portela. La negativa para acompañar los pliegos no es por cuestionamientos a los postulantes, sino por avatares de la política. “No tenemos nada para cuestionar en torno a las personas, sino que lo haremos por la negativa por no haber sido tenidos en cuenta para nada en el proceso”, lamentó el senador Francisco Morchio en diálogo con Página Política.
Para el legislador del PRO por el departamento Gualeguay, “faltando 6 meses para el cambio de gobierno, gane quien gane, podrían haber hecho un poco de política incluyéndonos”, ironizó.
Seoage y Portela cubrirán las vacantes que dejaron Juan Ramón Smaldone y Bernardo Salduna, quienes se jubilaron hace menos de un año.
Antes había dado un paso al costado Leonor Pañeda, que se jubiló en 2018.
Carlos Chiara Díaz y Emilio Castrillón, sin embargo, se acogieron a la jubilación pero en situaciones bien diferentes. Ambos fueron sometidos a juicio político, procesos que no llegaron a su fin porque los vocales juzgados prefirieron acudir al sistema previsional. Chiara Diaz en 2017 y Castrillón en 2021.
Durante los 20 años de gobiernos justicialistas, solo en la gestión de Bordet los tratamientos de pliegos fueron sin sobresaltos.
Jorge Busti, en su gobierno 2003-2007, designó a Claudia Mizawak y Castrillón en el marco de resonantes impugnaciones. La doctora venía de desempeñarse como fiscal de Estado de esa gestión, además de ser abogada del entonces gobernador; mientras que el doctor presidía el bloque de diputados del PJ.
Sergio Urribarri designó a Smaldone, cuya relación se dio a través de los hijos de ambos: Mauro Urribarri y Guillermo Smaldone. El joven Smaldone fue designado ministro de Trabajo y luego presidente del Tribunal de Cuentas. Esta designación se judicializó y el funcionario decidió dar un paso al costado cuando el STJ se aprestaba a una votación ajustada para declarar nula esa asignación al organismo de control.
Fuente: Página Política