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2021

Sin PASO, Cambiemos suma problemas para seleccionar sus candidatos

Ante un 2021 sin primarias, evalúan la manera menos perjudicial de seleccionar sus candidatos para las elecciones legislativas. En cualquier caso, la interna asoma inevitable para el armado de una lista que ofrece el acceso a sólo tres bancas.
Pablo Bizai
Por: Pablo Bizai
pablobizai@gmail.com

En la oposición política de Entre Ríos dan por hecho la suspensión de las PASO del año que viene. Creen que, más allá de la interna que en este asunto se juega en el oficialismo, se va a imponer un hecho tan simple como contundente: conviene al peronismo en el poder, que requiere más tiempo para una recuperación de la economía, y perjudica a Cambiemos que necesita de las primarias para ordenarse internamente en su etapa opositora.

Saben además que se trata de un discurso que encuentra tierra fértil en la sociedad, con eso de no gastar tanta plata sólo para seleccionar candidatos (incluso muchas veces ni siquiera para eso, porque no hay competencia interna), en medio de una crisis de dimensiones históricas para el país.

Por eso es que ya hace algunos meses vienen trabajando sobre la hipótesis de un 2021 sin primarias. En las conversaciones de la dirigencia entrerriana de Cambiemos se manejan distintas alternativas para seleccionar los candidatos para las legislativas de octubre.

Algunos radicales sueñan con volver a las internas cerradas, donde sólo pueden votar los afiliados a los partidos que componen la coalición en Entre Ríos. Está claro que el PRO, con un padrón de afiliados diez veces menor al de sus socios radicales, se va a negar.

Más posible parece una votación interna sobre un padrón compuesto por afiliados a partidos de Cambiemos más no afiliados a otros partidos, los llamados “independientes”. Como era antes de las PASO.


Los defensores de las PASO valoran los aportes logísticos y económicos de un sistema que, en este aspecto, consideran igualador. Sin primarias, dicen, volverá a imponerse la ley del más fuerte, del que tenga más aparato o más espaldas económicas para bancarse solito la campaña de la interna.

Por el contrario, hay quienes ven en esta coyuntura una oportunidad de devolverle algo del poder perdido a las estructuras partidarias en el juego de las PASO. No faltan, por ejemplo, los radicales que evocan lo ocurrido en la interna abierta de 1998, que definió al candidato presidencial de la Alianza. Las encuestas daban ventaja a la frepasista Graciela Fernández Meijide, pero en la elección se impuso el radical Fernando de la Rúa.

Otros, en cambio, no creen que ese antecedente tenga algo que ver con el actual escenario de Cambiemos de Entre Ríos. Consideran que la estructura radical no serviría de mucho si el candidato de PRO es Rogelio Frigerio. Porque, además, buena parte de los radicales lo votarían.

Reparto

Las conversaciones son por ahora muy preliminares. La negociaciones formales dentro de los partidos de Cambiemos deberán esperar a que la UCR de Entre Ríos renueve su conducción partidaria el 18 de abril, la nueva fecha de la interna de 2020 que se prorrogó por la pandemia.

En el congreso partidario previo a las elecciones de 2017 (las últimas en las que se votó sólo diputados, como ocurrirá en 2021) la UCR mandató que tenía que ocupar el primero y el tercer lugar en la lista de cinco candidatos, de los que ingresan sólo tres en el caso de un triunfo electoral. El PRO respetó esa decisión de sus socios.

Esa fue la manera en la que en 2017 se resolvió el reparto de las tres bancas que ahora Cambiemos de Entre Ríos aspirar a retener y que en diciembre de 2021 dejan Atilio Benedetti (UCR), Alicia Fregonese (PRO) y Jorge Lacoste (UCR).

La equidad de género obliga a intercalar varones y mujeres. En 2017, el PRO puso la mujer.

Si la historia se repite con el propósito de que cada partido aspire a conservar lo que tiene, y la UCR propone dos varones, el PRO debería llevar una mujer. En un esquema así, no habría lugar para una candidatura a diputado de Rogelio Frigerio. Para eso debería la UCR llevar dos mujeres en lugares 1 y 3.

Los radicales vienen de postular a dos mujeres en las elecciones de 2019: Stella Olalla acompañó a Alfredo de Angeli (PRO) en la lista de senadores y Gabriela Lena encabezó la propuesta para diputados, secundada por Gustavo Hein (PRO). La última vez, la UCR puso las mujeres y el PRO los varones. Algunos ven complicado que la UCR vuelva a proponer dos mujeres para el Congreso.

Una postulación de Frigerio en una elección de medio término serviría a los propósitos de su instalación con vista a la gobernación en 2023. Seguramente preferiría encabezar la lista. Y que la UCR ponga una mujer en el segundo lugar y un varón en el tercero. No cambiaría para la UCR el hecho de que sólo con un triunfo renovaría sus dos bancas en juego, ya que el lugar 1 y el 2 están asegurados aún en el caso de una derrota.

Pero además habrá que ver si Luis Miguel Etchevehere quiere efectivamente jugar, quizás promovido por Mauricio Macri. En tal caso, se abriría una interna en el PRO que, por el perfil de los contrincantes (Frigerio y Etchevehere) replicaría por primera vez en la provincia la disputa entre palomas y halcones que se observa en el orden nacional.


Frigerio y Etchevehere tienen al menos dos problemas para encajar en las listas de Cambiemos: son varones y son dos. Y la UCR ofrecería en principio al PRO un lugar, y para una mujer. Suponiendo que el problema del género se solucione, aún persistirá el otro asunto: no habría espacio para los dos en una lista de tres lugares expectantes. Salvo que el PRO se imponga otra vez en el armado de la oferta electoral y deje la mujer en el segundo lugar para la UCR. Es decir, invierta el ordenamiento de 2017. Pocos creen que eso sea posible en esta etapa, con el PRO fuera del poder.


En 2017, el mejor año del gobierno de Mauricio Macri y cuando más poder tenía, el PRO respetó la decisión del congreso de la UCR entrerriana. Los radicales llevaron dos diputados y el PRO una diputada. Se podría decir que fue la excepción que confirmó una regla.

No pasó lo mismo en 2019, cuando el congreso radical votó encabezar las dos listas de Cambiemos (senadores y diputados). Una coalición no tiene por qué seguir el criterio de uno de sus partidos. Pero el acuerdo de cúpulas que armó la lista “oficial” fue brutalmente verticalista al impedir a las demás alternativas pegar boleta con la fórmula presidencial Macri – Pichetto. Entre esas listas estaba la única que en la interna respetaba el criterio del congreso radical y que además estaba encabezada, para diputados, por el propio presidente de la UCR, Leandro Arribalzaga.


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