Es la próxima parada de importancia en el proceso interno de JxC de Entre Ríos. Con independencia de cómo termine el globo de ensayo de una posible reforma electoral, la disputa por la renovación de autoridades en el principal partido de la coalición opositora cobra un atractivo especial, porque pondrá en el centro del debate a la división que exhibe la UCR entrerriana, con la mitad de su dirigencia apoyando a un candidato a gobernador de otro partido.
El creciente aval que Rogelio Frigerio viene obteniendo entre la dirigencia radical es el eje de la interna en la UCR, que termina el año con un pico de enfrentamiento, expresado en la división del bloque en la Cámara de Diputados.
Si el apoyo a Frigerio se pone en el centro del debate de la interna para la renovación de la conducción de la UCR, el resultado de esa elección –que debería desarrollarse entre marzo y abril de 2023– tendrá consecuencias en la pelea interna por la candidatura a gobernador de JxC.
Un triunfo en la elección partidaria –donde sólo pueden votar los afiliados a la UCR– del sector que postula a Pedro Galimberti probaría lo que vienen diciendo: que los dirigentes que apoyan a Frigerio han perdido predicamento en la UCR. Que ya no son lo que fueron dentro de la UCR; que ya no tienen tras de sí la estructura de otros tiempos; que han perdido el respaldo de importantes referentes departamentales; que sólo son “caciques que se han quedado sin indios”.
Pero para Galimberti, jugar una interna en estos términos implicaría tomar un alto riesgo. ¿Qué pasaría con su candidatura a gobernador si fuera derrotado en la interna partidaria por la dirigencia radical que juega con Frigerio?
En el radicalismo de Entre Ríos quieren que Frigerio sea gobernador 10 de los 17 intendentes; 4 de los 7 diputados provinciales; 2 de los 3 senadores provinciales; 2 de los 3 diputados nacionales y la única senadora nacional del radicalismo. Y no sólo eso. Con Frigerio juegan también las principales autoridades de la UCR de Entre Ríos. El detalle fue publicado oportunamente por Página Política en la siguiente nota:
La mayoría de la primera línea de la dirigencia de la UCR apoya a Frigerio. Lo lógico sería que en una elección donde votan sólo afiliados se queden con la conducción del partido. Salvo que Galimberti tenga razón cuando habla de una desconexión de esta dirigencia con sus bases.
En duda
Pero la interna partidaria de la UCR está en dudas. El proceso de renovación de autoridades se podría superponer con el de las elecciones provinciales, si es que el gobernador Gustavo Bordet decide desdoblar los comicios en Entre Ríos.
Si, en base a lo que establece la legislación vigente, Bordet convoca a elecciones provinciales para el mes de junio de 2023, las PASO serían en abril y el cierre de listas en febrero. Estamos hablando de una elección general en la que se renueva gobernador, senadores, diputados, intendentes y concejales. Y de una elección partidaria en la que se eligen a los miembros del Comité Provincial, de los comités departamentales y de ciudad y del Congreso partidario.
Es fácil advertir la complicación que supone llevar adelante un proceso de renovación de conducción partidaria prácticamente en simultáneo con las elecciones provinciales: si los mandatos vencen en mayo, la interna radical sería en abril, el mismo mes de las PASO.
También el PRO tiene previsto renovar sus autoridades partidarias para marzo. Pero se trata de un partido con la quinta parte de afiliados de la UCR y que, a diferencia de los radicales, tiene una conducción política claramente definida. Lo más probable es que la interna se resuelva con una lista única impulsada por Frigerio y, en consecuencia, el proceso se pueda desarrollar en simultáneo con una elección provincial.
Estas instancias no escapan al cuadro de incertidumbre que condiciona a toda la política entrerriana, a raíz de los movimientos en el oficialismo para explorar cambios en el sistema electoral, que van de la boleta única de papel a la ley de lemas, posiblemente combinadas, aunque por ahora nadie sabe (o quiere) explicar bien de qué modo.
Una eventual modificación de la ley electoral podría abarcar también a la fecha de las elecciones provinciales, de modo que aun en un escenario de desdoblamiento (pero con una fecha más cercana a la elección nacional de octubre) se podría realizar sin interferencias la interna partidaria en la UCR.
Fuente: Página Política
