Fue el único intendente del PRO de Entre Ríos que surgió de la ola amarilla en 2015, en aquel Cambiemos que tenía como columna vertebral el radicalismo. Sobre todo en Entre Ríos, donde la estructura del centenario partido recuperó terreno luego de su larga crisis que implosionó en 2001.
Gustavo Hein tiene 51 años recién cumplidos y aparece en el primer círculo de relaciones de Rogelio Frigerio.
Oriundo de Basavilbaso se venía desempeñando en el ámbito de toda su vida: el campo, “pasión” que heredó de su bisabuelo ruso siberiano que llegó a estas tierras huyendo de la Primera Guerra Mundial. El abuelo siguió cultivando tierras en la zona del Departamento Uruguay, cuya tarea continúa su madre.
El dirigente gobernó la ciudad entre 2015 y 2019 a instancias del economista que aún no era ministro del Interior, pero lo fue a buscar para sumarlo a la vida política en carácter de armador en la provincia. “Fue a casa, en febrero de 2015, junto a Alfredo De Angeli”, contó alguna vez. Fue el referente agrario, hoy senador, quien lo sugirió. Lo tenía del conflicto entre las entidades rurales y el gobierno nacional, en 2008. Hein llevaba adelante un emprendimiento de servicios rurales vinculados a siembra, cosecha y pulverización.
Cerrada la etapa de sus cuatro años en el Ejecutivo municipal de Basavilbaso fue ungido candidato a vicegobernador en el binomio con el radical Atilio Benedetti, que quedó lejos de Gustavo Bordet, que fue reelegido en elecciones desdobladas.
Ese año fue noticia nacional cuando fue víctima de un incendio intencional en su domicilio particular en la madrugada del 16 de julio de 2019, en plena campaña. El episodio, que se presentó como político, no fue así.
Hein, además de haberse consagrado como el único y primer intendente amarillo que registra la historia política de Entre Ríos, fue el primer presidente del PRO, en 2017, luego de una larga intervención.
Truncada la posibilidad de un gobierno de Juntos por el Cambio en 2019, se convirtió en diputado nacional a los pocos meses. Ya en la banca, algunos medios de prensa lo iban a encuadrar en una especie de bloque evangélico que integraría con la radical Estela Regidor, de Corrientes; el macrista David Schlereth, de Neuquén; y la porteña Dina Rezinovky.
Cuando terminaba la gestión de Mauricio Macri, el entrerriano tuvo una intervención pública cuando tuvo que aclarar que no firmaba un comunicado en favor del Protocolo para la Atención Integral de las Personas con Derecho a la Interrupción Legal del Embarazo que promovía el entonces secretario de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein. Precisamente porque votaría en contra de ese proyecto que luego impulsó el gobierno de Alberto Fernández.
Cuando la escudería de Macri no pudo reelegir, uno de los hombres importantes que pasó al ostracismo fue Marcos Peña. La primera aparición del saliente jefe de Gabinete y hombre clave de la gestión fue en Entre Ríos. El entonces diputado nacional lo recibió en su ciudad el 27 de diciembre.
El dirigente de Basavilbaso expresó la posibilidad de competir nuevamente por la Municipalidad de su ciudad, una deuda pendiente, pero encontró la negativa de Frigerio que le hizo saber que lo necesitará en otro lugar si llega a la Gobernación, según reconstruyó Página Política.
En unas declaraciones recientes, el precandidato para la Casa Gris fue consultado por el diputado nacional: “Es uno de los dirigentes más importantes que tiene nuestro espacio. Con muy buena experiencia en el Ejecutivo y en el Poder Legislativo, pero además es una persona de mi más entera confianza que me ha acompañado siempre”.
Hein viaja por toda la provincia como un enlace entre la dirigencia de Juntos por el Cambio y Frigerio. En el entorno del economista coinciden en el lugar que ocupa: el de la confianza. De perfil dialoguista, pero sin callarse nada ante su mentor político, es uno de los armadores para la carrera que ya está en marcha.
Fuente: Página Política
