A 40 días del cierre de listas, la interna de Juntos por el Cambio de Paraná sigue repleta de aspirantes a la intendencia. Especialmente entre los que se referencian con Rogelio Frigerio, el favorito para la gobernación.
A esta altura del calendario electoral, algunos esperaban que la oferta estuviera un poco más ordenada. A principios de año, Frigerio había bajado el pedido para que se achique el número de precandidatos a intendente que lo apoyan (alrededor de una decena) con el fin de evitar la dispersión local de su voto y no dar ventajas a sus competidores internos, entre los que sobresale la diputada Lucía Varisco, enrolada en el sector que promueve para la gobernación al radical Pedro Galimberti. Se trata de la única dirigente de JxC que confrontó públicamente a Frigerio.
Desde aquel pedido, hubo algunos movimientos tendientes a unificar proyectos de distintos precandidatos a intendentes. Sin embargo, varios de esos acuerdos cayeron junto a las hojas del otoño que tapizan las veredas de la ciudad.
Que se ordenen solos
Algunos de los que lanzaron candidaturas a la intendencia esperan que Frigerio venga a Paraná unos días antes del cierre de listas del 24 de junio a poner orden. Dicho de otro modo, proyectan cobrar la declinación de sus postulaciones con promesas de ocupar espacios en un eventual futuro gobierno provincial a cargo del ex ministro del Interior de Mauricio Macri.
Pero los que conocen mejor a Frigerio aseguran que eso no pasará y que dejará que la escena paranaense se ordene sola. De ese modo “le va a salir mucho más barato”, explican, en alusión a los compromisos de cargos y a fondos concretos para el financiamiento de la elección. El que quiera seguir que siga, pero que se pague la impresión de las boletas.
No se trata de un gasto menor, tomando en cuenta que hay que imprimir entre dos y tres padrones de una ciudad con 160 mil votantes. Eso como mínimo. La simultaneidad electoral y los posibles pegados abiertos con los precandidatos a presidente multiplican el número de boletas.
Pero no se trata sólo de dinero. Para encarar una elección hace falta logística. Con 750 mesas de votación, una fiscalización adecuada requeriría de un millar de personas sólo para el control de los comicios paranaenses.
También será relevante el traslado de votantes y el reparto de boletas con el voto armado, para evitar la confusión que generará en las PASO un cuarto oscuro repleto de papeletas si es que, como se presume, se habilita el múltiple pegado.
El proceso electoral requiere recursos, logística y un compromiso militante que no todos los grupos poseen.
Después de las PASO, Frigerio verá qué tiene cada uno y dará lugar para una negociación más realista. En la previa a las primarias, todos se suben el precio. Pero las PASO permiten fijar una cifra objetiva.
La ventaja de ser PRO
Dentro del universo frigerista de Paraná queda en pie una certeza. Los dos candidatos del PRO, Emanuel Gainza y Ayelén Acosta van a competir. Lo que está en dudas es si habrá una oferta radical unificada para la intendencia.
Los candidatos del PRO corren con la ventaja de pertenecer al mismo partido del candidato a gobernador más competitivo y de jugar en una ciudad en la que la UCR exhibe una histórica dispersión, derivada de la disgregación del varisquismo en los últimos dos años. Detrás de Frigerio se alinean la mayoría de los referentes locales del radicalismo, muchos de ellos provenientes del varisquismo.
Gainza es el candidato más instalado, que lleva años trabajando un proyecto municipal y que compitió por la intendencia en 2019, enfrentando nada menos que a Sergio Varisco. En su equipo hay radicales, socialistas, peronista, liberales, vecinalistas. Y cuenta con un importante apoyo de referentes de JxC entre legisladores y concejales. Ante la unificación de las elecciones, Gainza está dispuesto a pegar su boleta con todos los referentes nacionales de JxC, igual que Frigerio.
Acosta lleva poco más de un año al frente de una construcción local que también contiene a radicales, peronistas, socialistas, vecinalistas. La enumeración de identidades políticas no dice mucho para comparar ambos armados, en todo caso habla de las divisiones que presentan esos espacios. Acosta se distingue de Gainza en su fuerte alineamiento con Patricia Bullrich y en su decisión de cultivar un perfil alejado de la moderación. Apuesta, en este sentido, a que la simultaneidad electoral la potencie.
La pata radical
Entre los radicales frigeristas hay conversaciones exploratorias de un posible acuerdo que derive en la presentación de una propuesta para la intendencia encabezada por un candidato o candidata de la UCR. Roberto Sabbioni, Silvina García, Hugo Gemelli vienen participando de esas conversaciones.
En noviembre, Sabbioni se había sacado una foto con Acosta, que perdió actualidad hace por lo menos un mes. El ex funcionario de los gobiernos varisquistas es uno de los que asegura con más firmeza que llegará al final. En el mundo frigerista tiene una virtud que lo distingue: su capacidad para disputar los votos del varisquismo residual y limitar el crecimiento en ese terreno de Lucía Varisco.
García, que también viene del varisquismo, exhibe un armado muy heterogéneo, con una importante presencia gremial y peronista. Se distingue además por ser la única candidata mujer de la UCR con Frigerio, una condición valiosa para los armados que por primera vez se deberán hacer en vigencia de la ley de paridad de género.
Gemelli es el más débil. Impulsado por un sector de la corriente Illia de Paraná, el ex secretario de Justicia de Sergio Montiel se había integrado con García y el peronista frigerista Fernando Sibulofsky, en octubre del año pasado. Pero en los últimos meses se acercó a Acosta, donde lo cuentan como un posible aliado.
El grupo de Acosta no es lo que era al principio de este proceso. El cambio más notable es el distanciamiento de Leandro Brasesco. El postulante a la intendencia por Evolución Radical (la línea que nacionalmente lidera Martín Lousteau) sonaba el año pasado como posible compañero de fórmula de Acosta. Se hablaba, incluso, de la posibilidad de que encabezara el binomio.
Pero, tras la interna partidaria en la UCR, Brasesco anunció este fin de semana su voluntad de competir como candidato radical que buscará el voto “progresista” de la capital provincial, fuera de la alianza que tenía con la candidata del PRO referenciada con Bullrich. En esa línea, abrirá el diálogo con el resto de los radicales alineados con Frigerio. Su distanciamiento de Acosta resulta coherente con los acuerdos de Lousteau con Horacio Rodríguez Larreta y de Acosta con Bullrich.
En la lista de anotados para la intendencia está también Ricardo Gutiérrez. Con menos despliegue que sus competidores, el ex secretario privado de Sergio Varisco se exhibe sin embargo siempre activo y no se pierde oportunidad alguna para mostrarse en cada evento de importancia para JxC.
Desde el inicio este proceso, que ya lleva más de un año, Frigerio siempre se ha hecho tiempo para que todos los postulantes radicales y peronistas que así lo pidan tengan su foto junto a él.
Dentro del PRO no son pocos los que han venido cuestionando la decisión de Frigerio de levantarle la mano como candidatos a varios que –reprochan– lo único que buscan es sentarse a negociar. Ahora parece que esa negociación será recién después de las PASO. Habrá que ver cuántos quedan.
Fuente: Página Política