Todo sigue igual en la convulsionada interna de los diputados de Juntos por el Cambio. Los legisladores macristas quieren que la radical Lucía Varisco sea apartada de JxC por sus duras críticas al PRO y a figuras centrales de ese partido, como Patricia Bullrich y Rogelio Frigerio. Pero la hija del exintendente Sergio Varisco no se quiere ir y los diputados de la UCR no están dispuestos a echarla.
Luego de la sesión de este jueves, un grupo de diputados radicales y macristas se reunieron –sin Varisco– para encontrale una salida al conflicto. Los radicales dijeron que darán intervención al Comité Provincial de la UCR. Fue una forma de postergar las definiciones, dado que la conducción partidaria no puede adoptar ninguna decisión al respecto.
No lo hicieron cuando se presentó una causal clara de sanción, como la de haber competido en la elecciones de 2021 en contra de la UCR, como candidata del partido Fe. Mucho menos lo van a hacer para responder a una presión del PRO.
Así las cosas, la ruptura de la bancada opositora sigue latente, como adelantó este miércoles Página Política.
Los diputados macristas plantearon que si Varisco no se va, los que se retiran del interbloque de JxC serán ellos. Se trata de una ruptura meramente política, porque la figura del interbloque no existe administrativamente en la Legislatura provincial.
Sería un quiebre importante, porque nadie ha sido tan duro con el PRO dentro de la UCR y la dilación de la una definición puede claramente interpretarse como un aval a las acusaciones que lanzó Varisco. En pos de la convivencia, ella se había comprometido a cerrar la boca, pero reaccionó con extrema dureza cuando Bullrich equiparó la situación de su padre con la banda narco rosarina Los Monos.
“Somos un partido orgánico, decisiones como esta de romper un bloque deben ser tratadas por el congreso partidario”, se le escuchó decir a un legislador radical. En el PRO lo interpretaron como una dilación.
Habrá que ver qué pasa en las próximas semanas. Sobre todo si Lucía vuelve a decir los que piensa de Bullrich y Frigerio.
Por ahora el radicalismo banca a la diputada de apellido ilustre en la UCR. Pero las alineaciones para la interna podría derivar en que alguno de los tres o cuatro (o todos) diputados radicales enrolados con Frigerio se unan a la bancada del PRO: Eduardo Solari, Uriel Brupbacher y Gracia Jaroslavsky juegan en la interna con el líder del PRO y Sara Foletto responde a Fabián Rogel, de buena relación con Frigerio.
Mientras tanto, Lucía se mostró en línea con el postulante a la presidencia de la Nación por la UCR más crítico del PRO, Facundo Manes. El mensaje es bastante claro en la idea de asociar las posiciones críticas al PRO que tanto Manes como Varisco han sostenido en las últimas semanas.
A pesar de haber competido como candidata del partido Fe y de que en JxC muchos dicen que lo hizo bancada por un sector del peronismo con la finalidad de dividir al voto opositor, la diputada sigue moviéndose como una activa militante de la UCR. Se mostró también con Martín Lousteau, uno de los radicales más cercanos al PRO.
Y en el homenaje que encabezó en la sede de la UCR, a un año del fallecimiento de su padre, hubo una nutrida y variada presencia de dirigentes radicales acompañando el descubrimiento de una placa que evoca el ex intendente como una «víctima del lawfare».
Hasta ahora, nadie en la UCR se ha atrevido a tocar a la hija de Sergio y nieta de Don Humberto, por el peso del apellido, por especulación electoral, por dudas respecto a si no sería peor el remedio que la enfermedad. La pregunta es qué porción de la dirigencia radical (incluida la que apoya a Frigerio) comparte sus críticas, que en definitiva denuncian la sumisión de la UCR al PRO desde el nacimiento de Cambiemos en 2015, pero mira para otro lado por mera conveniencia.
Fuente: Página Política
