El candidato a rector de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), Sergio Lassaga, continúa con su ronda de campaña por las unidades académicas. Estuvo el miércoles en la Facultad de Trabajo Social, exponiendo su propuesta ante las autoridades, los consejeros estudiantiles, docentes, trabajadores.
Estaban la decana Laura Salazar; la vicedecana Alicia Genolet. También escuchó y planteó consultas, Sandra Arito, quien es candidata a volver a tomar las riendas de la institución de calle Almirante Brown.
Márgenes
A grandes rasgos, la propuesta del actual decano de Ciencias Agropecuarias focaliza puertas adentro de la UNER, sin alusiones al presente tal como viene para las universidades públicas.
Evita posicionarse como un cambio para la UNER y no pone de manifiesto sus críticas luego de ocho años de la gestión de Jorge Gerard. No enmarca su propuesta en función de la relación con la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) o la Nación; tampoco con relación a sus alianzas y diferencias en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
En este sentido, minimizó el impacto de los “bloques” de rectores –los reformistas, los peronistas- y en cambio insta a buscar un perfil de rector que busque mandatos para sus posiciones en los ámbitos institucionales de su universidad “porque si no estamos haciendo las cosas de arriba para abajo”.
Arito le pidió a Lassaga una postura respecto del Plan Maestro. En su consulta, hizo notar que el plan fue uno de los ejes de campaña como legislador de Albor Cantard, ex rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL); y primer titular de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) de la gestión de Mauricio Macri. Arito también inquirió una opinión sobre la decisión de Nación de hacer caer programas de educación y salud, luego de marcar que “no ha quedado clara la postura de los rectores reformistas”, incluyendo en el grupo al aspirante al Rectorado.
Lassaga prefirió jerarquizar el debate de estos temas en los ámbitos de la Universidad y minimizó la relevancia de su postura personal respecto de estos puntos. Además, hizo notar la imposibilidad de incidir con fuerza, como UNER, en este contexto político y social.
Ante la consulta de un consejero estudiantil, aseveró: “No soy macrista ni soy del PRO”. Añadió: “No tengo ninguna relación formal con el gobierno nacional. Pero creo que no debiéramos trabajar partidariamente. No tengo militancia partidaria, mi militancia ha sido en la Universidad”.
Propuesta
Lassaga aclaró que por el momento no tiene un nombre para que lo acompañe en la fórmula ni tiene definidos quienes serían secretarios de una gestión a su cargo. Consideró que “estamos a dos meses” de la Asamblea que votará autoridades y que esas definiciones surgirán en su contacto con la comunidad de la UNER.
Propone tomar nota de algunas cuestiones vinculadas a la orgánica de la UNER, a los fines de fortalecer acciones en materia de movilidad, género y Derechos Humanos, comunicación, cultura, deportes.
Considera que se debieran debatir y formular propuestas en torno a “5, 6 o 7 puntos” que requerirían ser modificados del estatuto de la UNER. Planteó una pregunta, por caso, respecto de la legitimidad que sólo puedan ser decanos o rector los docentes ordinarios titulares o asociados. “¿Por qué no un adjunto? Debatámoslo”, convocó el candidato que subrayó que “hace ocho años que no tenemos asamblea”.
Propuso avanzar con la carrera no docente porque “la capacitación es una obligación del empleador y un derecho del trabajador”.
Consideró necesaria la creación de un área específica en la orgánica que se aboque a las políticas de género, inclusión y Derechos Humanos.
Se explayó respecto de la producción de conocimientos, más allá de las instancias de investigación. Defendió la generación de indicadores propios para la autoevaluación porque de otro modo “medimos todo con un centímetro que pone otro”.
