Una buena dosis de ansiedad gana por estas horas a la dirigencia del PJ de Entre Ríos. Es la que genera la proximidad con un hecho poco usual dentro de la fuerza política que en los últimos 20 años de gobierno resolvió desde el poder sus tensiones internas. Ya sin ese ordenador, la primera línea del PJ se verá este sábado las caras en el primer congreso partidario que se reúne en muchos años, con la discusión horizontal que habilita estar en la oposición.

Entre los sectores que en febrero se alistaron para la pelea interna –que finalmente se evitó con la lista de unidad para la renovación del Consejo Provincial del PJ– se acordó un temario que, sustancialmente, no tiene sorpresas respecto de lo que dio a conocer Página Política el 24 de agosto.

El orden del día para el debate que arrancará el sábado a las 10, en el camping del Sindicato de Empleados de Comercio (calle Juan Garrigó 3.408) contiene siete puntos:

1.- Elección de autoridades del congreso.

2.- Informe del Consejo Provincial.

3.- Designación del Tribunal de Disciplina.

4.- Designación de la Junta Electoral partidaria.

5.- Reforma de la carta orgánica partidaria.

6.- Reforma política provincial.

7.-Elaboración de un programa de gobierno.

A esto hay que sumar un punto que, por error, quedó fuera de la convocatoria formal: la designación de delegados entrerrianos al congreso nacional del PJ.

En principio, no habría diferencias para avanzar en cada uno de los puntos. La tensión no pasa por ahí sino por los problemas internos no resueltos que podrían derivar en reproches de algunos sectores a la dirigencia que en los últimos años controló la conducción partidaria.

Las conversaciones de las últimas horas apuntan a que las críticas no escalen al límite de provocar un escándalo que dejaría mal parado al partido ante una sociedad que le bajó el pulgar en las urnas hace once meses. Pero las diferencias internas no pondrían en riesgo el desarrollo del congreso y el cumplimiento del temario. No hay dudas sobre la aprobación de cada punto, lo que se busca es modular el tono de los planteos.

La lista única que se acordó en febrero para la renovación de la conducción provincial unió a sectores que mantienen profundas diferencias entre sí. Muchas de ellas ya exceden lo político y son de carácter personal.

De un lado está lo que podría denominarse oficialismo, ya que es avalado por el ex gobernador y último presidente del PJ, el actual diputado Gustavo Bordet. Allí están la mayoría de los dirigentes que en esta etapa cumplen funciones de gobierno: los intendentes Rosario Romero (Paraná), Eduardo Laurito (Concepción del Uruguay), entre los dirigentes con más historia; Adrián Fuertes (Villaguay) como generación intermedia; o Gustavo Bastián (San José) como recambio generacional. También se cuenta aquí al último candidato a gobernador, Adán Bahl. De este sector surgió la postulación del actual presidente del PJ, el ex vicegobernador José Cáceres.

Del otro lado, está el sector que para la fallida interna de febrero impulsó la candidatura a la presidencia del PJ del intendente de Santa Elena, Daniel Rossi. Entre los apoyos destaca el del jefe de la UPCN, José Allende y el del diputado y ex intendente de Concordia, Enrique Cresto, además de dirigentes que en otro momento tuvieron un fuerte peso en el PJ, como Eduardo Jourdán y Hugo Berteth.

Es conocido el encono de Rossi hacia Romero y han sido duras las críticas de Cresto a Bordet, por citar dos ejemplos ilustrativos. Desde el oficialismo partidario, ubican a los opositores como los más cercanos al gobernador Rogelio Frigerio. De hecho, hay varias fotos que avalan esa categorización: la de Cresto con el intendente de Concordia, Francisco Azcué; la de Allende con Frigerio en la sede de UPCN; la de Rossi con Frigerio en la campaña para diputado de 2021.

Los acusados de colaboracionistas para el vaciamiento del PJ -con los pases que se vienen produciendo a las filas de Frigerio, sobre todo en Concordia- señalan que Romero también tiene fotos de gestión con Frigerio, con quien además mantiene una buena relación política.

Como en febrero no hubo elecciones internas provinciales (sólo algunas departamentales), no se puede tener un parámetro objetivo del predicamento de cada grupo entre los afiliados. Pero en el oficialismo aseguran que cuentan con una muy cómoda mayoría entre los 356 congresales de toda la provincia, que le permitirá imponer su posición ante una diferencia que se defina por votación ¿Para qué se buscó el diálogo entonces? Para moderar el tono de los discursos y asegurar que el congreso se desarrolle con normalidad, sin escándalos y apruebe lo que tiene que aprobar.

 

Puntos calientes

Autoridades. Lo primero que tiene que hacer el congreso es designar a los integrantes de su Mesa de conducción. Para la presidencia suenan los intendentes de Concepción del Uruguay, José Lauritto y de Paraná, Rosario Romero.

Sanciones partidarias. Formalmente no está previsto que el congreso se pronuncie sobre los casos del senador nacional Edgardo Kueider (que aportó su voto para la aprobación de la Ley Bases) y Martín Müller (el expresidente del Consejo General de Educación y candidato del PJ que decidió sumarse a la gestión de Javier Milei), sobre quienes pesan pedidos de expulsión del PJ. Pero se espera que el tipo de sanción a aplicar en cada caso sea planteado inmediatamente después de conformado el Tribunal de Disciplina y a modo de mandato del congreso al Tribunal.

Aportes partidarios. Tampoco hay un punto específico del temario para reclamar que los afiliados que ocupan cargos cumplan con la disposición de la carta orgánica de aportar el 10% de su sueldo básico (que termina siendo alrededor de un 6% del sueldo de bolsillo) para  el sostenimiento del partido por el que llegaron a ese cargo. Puede que el reclamo aparezca dentro del informe del Consejo Provincial que es el que, en esta etapa opositora, más padece problemas de financiamiento para sostener su sede central y pagar el sueldo a sus empleados. Puede también que algún congresal introduzca el tema como moción y el congreso termine instando a los deudores a que hagan sus aportes, recordando que la carta orgánica prevé sanciones que van de la amonestación y la suspensión de la afiliación, hasta la desafiliación y expulsión. En cualquier caso, quien quiera ser candidato a futuro deberá tener al día sus aportes.

Reforma de la Carta Orgánica. El congreso no va a reformar la carta orgánica este sábado. Designará una mesa de trabajo integrada por miembros del Consejo Provincial y de la Mesa del Congreso para avanzar, en conjunto con las autoridades partidarias departamentales y los intendentes, en la redacción de las reformas.

Hay acuerdo para adoptar la integración de minorías. Resta definir el porcentaje del piso de votos que dará derecho a integrar las listas, algo que en principio tampoco resolvería el congreso. Todo parece indicar que los peronistas seguirán el criterio de sus primos radicales, del 25%. En la siguiente nota, el detalle de lo que dice la carta orgánica y lo que se se pretende modificar:

Un dato importante: para que entre en vigencia la reforma a la carta orgánica no será necesario que un nuevo congreso apruebe lo resuelto por la comisión reformadora.

Reforma política. Frente a la reforma política que impulsa el gobierno de Frigerio, el congreso del PJ delegará la toma de posición en una comisión integrada por miembros del Consejo Provincial y de la Mesa del Congreso y legisladores provinciales, que serán los encargados de votar el proyecto que ingresó hace unos días a la Cámara de Diputados.

 

Fuente: Página Política