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Vaivenes de Cambiemos con el desdoblamiento

Los legisladores de la oposición le dieron a Bordet la posibilidad desdoblar. Incluso buscaron con esa ley perjudicar al kirchnerismo. Pero ahora piden, junto al kirchnerismo, que no se desdoble. La ayuda de Bordet.
Pablo Bizai
Por: Pablo Bizai
pablobizai@gmail.com

Para los diputados y senadores de Cambiemos, votar en agosto la reforma electoral abreviada que le permite al gobernador Gustavo Bordet separar las elecciones provinciales de las nacionales implicó volver sobre sus pasos.

A principios de este año habían expresado con claridad su oposición al desdoblamiento. Dijeron que sería un gasto innecesario de 500 millones de pesos y que se obligaría a los entrerrianos a ir hasta cinco veces a votar el año que viene, para el caso de que hubiere balotaje.

En público, buscaron explicar su marcha atrás con elegancia. Ya que el peronismo tenía los votos –dijeron- decidieron poner algunas condiciones para su acompañamiento. Llegaron a comparar la situación con el Pacto de Olivos que firmó Raúl Alfonsín con Carlos Menem cuando advirtió que de cualquier modo el peronismo iba a reformar la Constitución Nacional en 1994.

Aunque algunos, en privado, mencionaron una bajada de línea del presidente Mauricio Macri, fundada en las necesidades de negociación con Bordet (y todos los gobernadores peronistas) que por esos días de finales de invierno tenía el Presidente para cumplir con el ajuste pautado con el FMI.

En cualquier caso, en las negociaciones con Bordet, los legisladores de Cambiemos obtuvieron beneficios. Lograron disolver el núcleo del entendimiento interno que el peronismo había alcanzado unas semanas antes para una reforma política abreviada, sobre la base de un anteproyecto que había motorizado el diputado José Allende.

Por un lado, limitaron al máximo el margen de especulación de Bordet, al fijar en la ley una fecha precisa para los comicios provinciales. El proyecto del peronismo le permitía al Gobernador llamar a elecciones entre abril y noviembre del año que viene; ahora sólo puede optar entre el 9 de junio o la simultaneidad con las nacionales en octubre.

Por otro lado, quitaron de la ley el piso del 15% para obtener minoría. El argumento público por el que el oficialismo terminó aceptando la modificación fue la posibilidad de que la ley genere planteos judiciales en contra de una supuesta injerencia en la vida interna de los partidos.

En privado, en cambio, los opositores reconocieron que buscaron hacer un daño al acuerdo del peronismo. “No íbamos a acompañar algo que pedía Urribarri para no romper con el PJ”, resumió por esos días a Página Política un dirigente de PRO. Frente al “hecho consumado” de que el peronismo tenía los votos, o ante una supuesta “bajada de línea de Macri” para acompañar el desdoblamiento, buscaron poner un palo en la rueda a la unidad del PJ.

¿Para la tribuna?

Tres meses después, Cambiemos vuelve a oponerse al desdoblamiento. Y con ello, termina coincidiendo con el kirchnerismo y, en particular con el exgobernador Sergio Urribarri. Algo que, en principio, no debería asombrar, si se toma en cuenta que ambos sectores tienen algo en común: quieren que Bordet pierda las elecciones.

Tampoco debería asombrar el pronunciamiento de la nueva conducción radical a favor de la simultaneidad electoral, que va en línea con las posiciones que adoptó el partido este año en torno a la reforma política, en sus congresos regionales.

Sin embargo, dentro de Cambiemos y de la UCR no todos piensan lo mismo. No son pocos, por caso, los intendentes con buena imagen y posibilidades de reelección que preferirían no tomar el riesgo de cargar con Macri en la boleta. Nada les asegura hoy que la imagen del Presidente se recupere lo suficiente para octubre.

En su momento, el precandidato a gobernador Atilio Benedetti había dicho que no le desagradaba votar separado, para provincializar el debate de la campaña y poner en discusión los 16 años consecutivos de gobiernos peronistas. La posición de Benedetti puede interpretarse como un modo de no exhibir debilidad, mostrándose dispuesto a competir en cualquier escenario. O también como una manera elegante de evitar a Macri en la boleta.

Costos

Por estos días y al calor de los tiempos de campaña, la oposición busca hacerle pagar a Bordet el costo de la decisión sobre el desdoblamiento que, hace por lo menos un mes, dan por hecho.

Radicales, macristas, peronistas kirchneristas, todos están trabajando para elecciones provinciales el 9 de junio, con internas en abril y cierre de listas en febrero. Pero Bordet les tiró un centro para que empiecen la campaña cuando, hace unos días, dijo que la fecha de las elecciones sería consensuada con la oposición.

De todos los argumentos por los cuales se da como un hecho que Bordet desdobla, el de la interna peronista es el que más convence a propios y extraños. Sobre todo luego de que las encuestas muestran a Cristina Fernández por encima de Mauricio Macri en intención de votos. Si la candidata es Cristina y Entre Ríos vota en octubre, Bordet debería compartir con Urribarri el armado de las listas.

Por lo pronto, Urribarri sonríe cuando lee las declaraciones de la dirigencia de Cambiemos en contra del desdoblamiento.




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