La concentración frente a Tribunales de este lunes, para reclamar por la situación de indefensión en que se encontraba Verónica Lescano, fue protagonizada por vecinas, amigas y familiares de la mujer víctima de violencia de género que hoy pelea por su vida luego del incendio de su vivienda.
Aún se investigan las causas del incendio que derivó en que la mujer y sus cuatro hijos se encuentren hoy en grave estado, con auxilio respiratorio, por las heridas sufridas por el fuego que afectó la vivienda de calle Ituzaingó.
Por redes sociales surgió la convocatoria a la movilización a la que acompañó y convocó la Asamblea de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binaries. Las mujeres presentes empapelaron el edificio de calle Laprida en contra de la actuación judicial que tiene innumerables denuncias de Verónica por violencia de género.
La víctima sufrió otros incendios, en otro barrio del que debió irse. El 30 de mayo advirtió y responsabilizó a quienes intervienen en su caso, por lo que pudiera sucederle a ella y a los chicos, en un video en vivo en Facebook.
Las vecinas de la mujer, la mayoría muy jóvenes, de entre 15 y 18 años, se acercaron a la concentración y reclamaron que los jueces “se pongan en el lugar de Verónica, que piensen en sus hijos”. Otro grupo de chicas -Abril, Fiona, Juliana- cuenta que han participado “en muchas marchas como esta, por Fátima, por Úrsula, por todas”. “Me imagino la vida de esa mujer que hoy se está muriendo. Queremos que el Estado, la policía nos dé bola”, reclamó Fiona y Juliana transmitió “a todas las mujeres que pasan por esta situación que no están solas, que vamos a estar acá”.
Fueron ellas las protagonistas de esta jornada a la que acompañaron Mujeres Positivas, el Polo Obrero, el Movimiento Evita, Juntas y a la Izquierda, entre otras organizaciones.
Madre
Quienes se turnan a dar testimonio de lo que le ha pasado a Verónica, se ocupan de destacar la actuación de la víctima como madre. “No hay una persona que te vaya a decir que dejó sus hijos, los iba a buscar a la escuela, como mamá los tenía impecables a los chicos”, apunta Silvina.
“En los informes del Copnaf se concluye que ella era una buena madre, que llegaba a la conclusión que ella era una buena madre, que llevaba los chicos a la escuela”, subraya María Ale de la Asamblea y se queja porque no se han tenido en cuenta las condiciones en que vivían, la situación de amenaza a la que estaban sometidos. “El Estado le da toda la responsabilidad a la víctima. Burocratizan todo. Todo va a un papel. Nos muestran un expediente lleno de papeles”, criticó.
“La gente que la rodea dice eso. Que Verónica es una buena madre con lo que ello implica en determinadas condiciones. De ninguna manera puede ser esto lo que destaque el Estado. Porque el Estado tenía que estar ahí, garantizando la vida de ella y de los chicos”, fustigó Nadia Burgos, dirigente del MST, la Asamblea y de “Juntas y a la Izquierda”. “Hay alarmas todo el tiempo. La vida de Verónica es una alarma. Y sin embargo no estuvieron ahí a tiempo”, fustigó.
