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Cusinato ya mira a la próxima pelea radical

Se trata de la interna por la renovación de la conducción partidaria, que se hará a principios del año que viene. La imagina como “una primera demostración para medir de qué lado está el radicalismo”, en una interna radical provincial atravesada por el apoyo de buena parte de su dirigencia al candidato a gobernador del PRO.
Pablo Bizai
Por: Pablo Bizai
pablobizai@gmail.com

Gustavo Cusinato presidió la bancada radical en Diputados, que fue la más importante de la oposición, desde el inicio del segundo mandato de Gustavo Bordet. Ocupó, en forma alternada con el diputado del PRO, Esteban Vitor, la presidencia del interbloque de Juntos por el Cambio. Pero la interna de la UCR, que gira en torno al apoyo de la mayoría de la primera línea de la dirigencia radical a la candidatura a gobernador del líder del PRO, Rogelio Frigerio, fracturó el bloque y desplazó a Cusinato de ese lugar de poder y a la UCR como la primera bancada opositora.

Cuatro de los siete diputados radicales (los cuatro que juegan con Frigerio) se unieron a los seis legisladores del PRO y al del MSE para formar un nuevo interbloque, al que llamaron Juntos por Entre Ríos. A pesar de que el PRO tiene en esa bancada la mayoría, la presidencia quedó en manos de la radical Gracia Jaroslavsky.

Junto con Julián Maneiro y Lucía Varisco, Cusinato quedó al frente de un bloque radical reducido a los tres diputados que militan por la candidatura a gobernador de Pedro Galimberti. En diálogo con Página Política, el experimentado dirigente habla de lo que implica –para la interna provincial de JxC– esa ruptura, que se inició con las fuertes críticas de Varisco a la dirigencia del PRO, maduró con los planteos del PRO para que la hija de Sergio Varisco sea separada de la bancada y se precipitó con la decisión de los cuatro radicales frigeristas de asociarse al PRO.

 

-¿Por qué no fue posible mantener la unidad de JxC en la Cámara de Diputados?

-Porque no admitimos que el PRO nos pusiera la condición de expulsarla a Lucía (Varisco) del bloque radical. Hubo cuatro radicales que sí lo admitieron, decidieron hacerle caso al PRO.

 

-¿Qué consecuencias puede acarrear esta división de la oposición en la Legislatura?

-Supuse que iba a seguir todo igual. Pero me extrañó la posición de Gracia (Jaroslavsky) de apoyar la reforma de la fecha de elecciones, cuando históricamente se había opuesto a este tipo de modificaciones. Me extraña que los que fueron diputados y senadores en la gestión anterior hayan apoyado una modificación de la ley electoral que tiene que ver con los intereses del PJ. Dejan la posibilidad de juntar o separar las elecciones, con lo cual alientan la especulación. Me llamó la atención que no tuviéramos al menos una reunión previa de comisión o de los bloques y que el proyecto se trate directamente sobre tablas por un acuerdo entre los diputados oficialistas y los frigeristas.

 

-En la sesión, la diputada Varisco puso el eje en un supuesto pacto que, por las referencias políticas, termina en Bordet y Frigerio ¿Vos creés que hay algo así detrás de esto?

-Siempre hubo conversaciones entre Bordet y Frigerio, han mantenido una relación muy fluida. No sé si para hablar de pacto. Lo que uno ve es que hay peronistas cruzando de un lado para el otro. Es opinable, es una pregunta para hacerle a Bordet y a Frigerio.

 

-¿Por qué creés que a ustedes no los consultaron para cambiar la fecha de las elecciones?

-Yo había adelantado mi posición. La ley electoral es importantísima, no puede ser modificada por mayoría simple. Lamentablemente no se pudo poner una mayoría agravada en la reforma de la Constitución. Modificar una ley electoral en la última sesión del año, eliminado lo que había sido tan aplaudido (en 2018) y poniendo la posibilidad de que la elección se pueda hacer un mes antes de las nacionales habla a las claras de que el motivo responde a los intereses del justicialismo. Se corrió la fecha porque el peronismo no tiene candidato instalado y necesita ganar tiempo para ver si se mejora la situación nacional. Por eso, insisto, no entiendo por qué el bloque frigerista se presta a este juego.

 

-¿Cuánto de responsabilidad en la división de JxC tuvo el permanente ataque de la diputada Varisco a la dirigencia del PRO?

-Lucía ha defendido a su padre ante una condena que, para muchos que lo conocíamos nos resultaba una barbaridad. Como diputada ella expresó su visión.

 

-En algún momento se le había pedido a Lucía que baje el tono a fin de mantener la unidad de JxC. Pero eso no ocurrió.

-Si, en algún momento lo hablamos. Pero suponíamos que tampoco la presidenta del PRO a nivel nacional (Patricia Bullrich) iba a comparar a Varisco con la banda de los Monos. No fue posible contener a Lucía en ese contexto.

 

-¿Qué consecuencias creés que puede tener esta división en la legislatura sobre la interna que se va a disputar el año que viene dentro de JxC?

-Está claro que los que se fueron están con la candidatura de Frigerio. Y los que quedamos, más que estar con Galimberti, estamos defendiendo la necesidad de llevar un candidato radical. Creo que la visita de Gerardo Morales a Paraná avalando a Lucía y a Galimberti también precipitó las cosas. Esperamos que Facundo Manes nos visite también para acompañar a Galimberti en Entre Ríos. Esto genera escozor en algunos radicales, pero no debería ser así porque es lógico que el presidente del partido y un candidato a presidente radical apoyen a un candidato a gobernador radical.

 

-¿Por qué creés que Frigerio reúne el apoyo de tantos dirigentes de la UCR?

-Muchos lo ven como el candidato ganador y se acercan al calorcito del poder. Muchos que inclusive fueron muy críticos de (Mauricio) Macri, el PRO y el acuerdo de Gualeguaychú en 2015. Habría que preguntarle a ellos.

 

-Hay una idea instalada entre muchos dirigentes de la UCR en torno a que Frigerio ya es el próximo gobernador ¿por qué ustedes creen que Galimberti puede vencerlo en una interna? ¿Cuál es su fuerte?

-Ahora vamos a empezar a definir candidatos a intendentes, a concejales, a senadores. Hasta ahora lo único que hemos visto es la figura de Frigerio, importante, con un alto nivel de conocimiento, sumando a peronista y sectores independientes. Pero me parece que en este proceso que viene, el radicalismo con su histórica estructura va a tener en cada pueblo un cura. Yo no veo la posibilidad de negociaciones y acuerdos. Ya con la interna de 2021, el sector de Galimberti tiene un mínimo garantizado que le permitiría llegar a casi la mitad de los bloques de legisladores, aunque se pierda. Esto no se termina en una elección. El radicalismo necesita pelear para ganar y si no fuera así tener la mayor representación en los ámbitos legislativos, para llevar adelante una propuesta radical. La propuesta de Frigerio todavía no la conozco. Sé lo que piensan algunos de sus asesores, como el caso de (Mario) Moine que me producen un escozor por los antecedentes que han tenido cuando estuvieron en el poder.

 

-¿Preferís votar separado o en conjunto con las elecciones nacionales?

-A esta altura, deberían ser juntas. Al no haber modificado el sistema electoral, creo que por el propio costo de la campaña conviene juntarlas con las nacionales. La decisión quedó de nuevo en manos de Bordet, y el frigerismo se lo permitió.

 

-Más allá del costo ¿a Galimberti le convendría disputar una interna con Frigerio en una elección separada o conjunta con la nacional?

-A esta altura es difícil de evaluar. Lo que sí sabemos es que complica mucho a todos juntarlas, porque hay tres o cuatro candidatos a presidente del PRO y nosotros tenemos dos. Los arreglos en las provincias todavía no está claro como terminarán.

 

-¿Cómo ves la interna de JxC en Paraná?

-Veo una tremenda cantidad de candidatos a intendente. Creo que va a pasar como muchas veces, que muchos van a terminar arreglando una concejalía o que los tengan en cuenta como funcionarios para la provincia. Nada nuevo. En el sector de Galimberti estamos buscando el mecanismo de llegar con uno o dos candidatos, para hacerlos más competitivos. Y creo que eso también preocupa al PRO y hace que también ellos busquen fusionar las propuestas.

 

-La UCR tiene que renovar su conducción a principios del año que viene. Las eventuales elecciones provinciales en septiembre y no en junio, les permitirían votar con más tranquilidad a los radicales en marzo o abril

-Así es. Con la seguridad que no habrá elecciones provinciales para esa fecha tendrá que llamarse a elecciones partidarias.

 

-¿Qué se estaría jugando en una interna por la conducción de la UCR en un año electoral?

-Va a ser una primera demostración para medir de qué lado está el radicalismo. El sector de Galimberti va a apostar a presidir la UCR. Creo que vamos a terminar en una elección interna, que sería importante porque hace tiempo que no la tenemos y renovamos la conducción partidaria por consenso. Es un buen momento para consultar qué están pensando los radicales.

 

-En una interna planteada de ese modo, Galimberti necesitaría ganar porque una eventual derrota en el partido podría debilitar mucho su candidatura a gobernador.

-Se podría llegar a debilitar. Pero esto es una cuestión más de los radicales, que el conjunto de la sociedad no valora. Pero para nosotros es importante. Si ganáramos, los que apoyan a Frigerio deberían replantearse si están representando al radicalismo o no. Siempre hablando en el marco de mantener Cambiemos en la provincia.

 

-¿Hay alguna posibilidad de que eso no ocurra?

-No, hoy no veo que se rompa esta alianza electoral. De cualquier manera hay que elegir al nuevo congreso partidario que deberá discutir el marco de alianzas y supongo que nos pondremos de acuerdo en cuáles son las condiciones de esa alianza, en mayorías y minorías y todas las demás condiciones que hay que definir.

 

Fuente: Página Política
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