Cada uno tiene su explicación sobre las razones que impidieron llegar a un dictamen común por la reforma política en Diputados, donde este martes obtuvo media sanción el proyecto que impulsa el gobernador Rogelio Frigerio, con apoyo de los diputados propios y de los electos por La Libertad Avanza.
Los peronistas dijeron en el recinto que les hubiese gustado poder consensuar, pero que el “apuro” del oficialismo por sancionar la reforma política este año los llevó a redactar un dictamen de minoría.
Dicen que hubo poco y nada de debate en comisión; que muy pocos de sus planteos fueron atendidos y que no se tomó en cuenta la posición de todo el arco político. Ponen como ejemplo que no se atendió el planteo de los vecinalistas.
En el oficialismo dicen todo lo contrario. Que sobraron las instancias de debate para un tema que se lanzó en el mes de mayo y un proyecto del Ejecutivo que fue examinado en ocho reuniones de comisión entre septiembre y noviembre.
Incógnita
El desencuentro en Diputados es un dato clave para prever que pueda ocurrir en el Senado, donde el peronismo es quien ostenta mayoría y, en consecuencia, tiene la llave para que la reforma electoral pueda ser aprobada -como quiere Frigerio- antes de que comience 2025 y las disputas del año electoral empañen el debate, más allá de que estas reglas de juego sean para la elección provincial de 2027.
Pero la desarticulación que evidencia el peronismo en esta materia habilita las especulaciones por lo que pueda pasar en el Senado, donde este jueves hará su ingreso el proyecto con media sanción de Diputados para ser girado a comisión.
Se espera que este mismo jueves, en un encuentro que legisladores e intendentes del PJ mantendrán en Victoria, pueda el peronismo aproximar posiciones sobre la reforma. El PJ nunca logró cerrar un enfoque orgánico, tal como se lo mandó el congreso partidario del 7 de septiembre.
Sin conducción
En el oficialismo interpretan que la desarticulación del peronismo en este tema responde a una ausencia de conducción política. Una condición a la que la dirigencia peronista no está acostumbrada, luego de haber gobernado la provincia en las últimas dos décadas.
En la sesión del martes llamó la atención la insistencia de los diputados peronistas en aclarar que estaban a favor de la BUP, mientras referentes de peso del PJ, como Adán Bahl y Adrián Fuertes salían por los medios a apoyar la reforma.
En el oficialismo aseguran que durante todo el debate de comisiones nunca dijeron expresamente que apoyaban la BUP. Nunca propusieron una alternativa de BUP. Sólo pidieron que el formato se adecúe al que había adoptado la Nación, para evitar confusiones en el electorado entrerriano. Y ese pedido fue atendido con un cambio de diseño.
Desde el frigerismo ponen de relieve que el peronismo nunca planteó un modelo de BUP alternativo en el debate en comisión. Aseguran que nunca dijeron, por ejemplo, si estaban a favor o no del voto por lista completa.
Si hubiesen pensado una BUP alternativa -argumentan- no habrían pedido el múltiple pegado de boleta en las PASO, porque vuelve impracticable a la BUP. Reparan en que todos las experiencias de BUP fijan restricciones para las adhesiones de precandidaturas en las PASO. El peronismo sólo se quejó de que las restricciones eran para todos menos para el postulante a gobernador, pero no propuso una variante de restricciones.
Afirman también que la ausencia de propuesta alternativa para discutir en comisión se dio en otros puntos, por ejemplo en el financiamiento de campaña.
El peronismo rechaza la publicidad gratis en radio y TV y propone que, en su lugar, el Estado le de plata a los partidos para que cada uno contrate su publicidad. Pero nunca lo plantearon en la comisión. “Nos enteramos leyendo su dictamen de minoría”, afirman en el oficialismo.
Es un ejemplo más de lo que el frigerismo lee como la ausencia de una definición clara del peronismo sobre un proyecto que se lanzó en mayo, ingresó en agosto y se votó en noviembre.
Se trata, además, de un tema del que todos los partidos vienen hablando en las últimas tres décadas y sobre el que el propio peronismo intentó avanzar en 2018, con el proyecto de código electoral que impulsó el entonces gobernador Gustavo Bordet (con redacción de la actual intendenta de Paraná, Rosario Romero) y que naufragó por diferencias en la interna peronista.
Al parecer, esas diferencias nunca fueron saldadas. Lo que jugó a favor de la aceptación de la BUP es el contexto: la adopción del nuevo sistema electoral, primero en las provincias del centro productivo al que pertenece Entre Ríos y luego en la Nación.
De hecho, el proyecto de Frigerio se terminó de revisar con la ausencia del peronismo en la última reunión de comisión, que se realizó al día siguiente del primer encuentro del PJ para fijar una posición orgánica sobre la reforma que, evidentemente, no se alcanzó.
Ahora se verá cómo sigue la historia en el Senado. Se espera que las sesiones ordinarias se prorroguen, como ha venido ocurriendo en los últimos años, a fin de habilitar el funcionamiento de la Legislatura entre el 15 de diciembre y el 15 de febrero.
Fuente: Página Política