Tanto la candidata del oficialismo, Rosario Romero, como el candidato del principal frente opositor, Emanuel Gainza, necesitan contener los votos de la interna que ganaron en sus respectivos frentes. Las diferencias que dejaron las PASO son muy ajustadas. De apenas un millar de votos a favor del candidato del PRO.
El efecto espejo funciona entre el peronismo y Juntos por Entre Ríos como un mutuo consuelo. Al menos ninguno de los dos puede, por ahora, obtener ventaja por haber superado en mejores condiciones su interna.
Juntos por el Cambio tiene en sus estatutos una muy buena herramienta para ese fin: la representación de minorías. Pero ocurre que ninguno de los contrincantes internos de Gainza alcanzó el piso de votos necesario como para obtener esa minoría y el consecuente derecho a integrar la lista de concejales. El piso es del 25% de los votos de la interna y la más votada después de Gainza, que fue la radical Lucía Varisco, llegó al 23%.
El peronismo, en cambio, carece de esa herramienta. No tiene integración de minorías en los lugares expectantes de las listas. Pero el segundo candidato más votado, Gustavo Guzmán, obtuvo el 34% de los votos. Es decir que si el peronismo se hubiera regido por reglamentos internos similares a los de JxC, Guzmán podría haber llevado un par de concejales en la lista de Romero.
En definitiva, ninguno de los dos frentes electorales utiliza en esta instancia la lista de concejales para contener los votos de la interna. Ninguno de los dos incorpora en sus listas de concejales a representantes del segundo más votado de la interna. Puede ser esta una razón significativa de que, a tres semanas de las PASO, todavía no aparezca la foto de Gainza con Varisco y de Romero con Guzmán.
Pero en los dos casos, la no integración de las minorías respeta las reglas de juego con las que los precandidatos fueron a la interna. Varisco sabía que si perdía y quería llevar concejales en la lista del ganador, necesitaba reunir al menos el 25% de los votos de la interna. Guzmán sabía que aunque perdiera por un voto se quedaría sin nada, porque así es la normativa interna del PJ hace años: la integración se da a partir de los lugares no expectantes de la lista, es decir de los que no ingresan ni aun ganando las elecciones generales. En el caso de los concejales de Paraná, a partir del noveno lugar.
Oficialistas y opositores se fijaron reglas y las cumplieron. Pero está claro que, en la comparación, el porcentaje del 34% obtenido Guzmán torna más injusta la no integración de minorías en el oficialismo que en la oposición, con Varisco y su 23%. En todo caso, será un problema de los peronistas que no reclamaron lo suficiente la reforma de su carta orgánica para adecuarla al criterio de representación de minorías que adoptó la Constitución provincial desde 2008.
La posibilidad de que un par de concejales de Guzmán llegue al Concejo Deliberante pasa por la eventualidad de que, ante un triunfo de Romero, un par de sus concejales renuncie a su banca para integrar el gabinete municipal y se produzca un corrimiento de lista. Parece poca cosa para un 34%, pero si el diálogo cierra la pelea y ordena la interna, puede transformarse en un valioso incentivo para el trabajo electoral.
Mientras tanto, las fotos de unidad no aparecen. A cuentagotas, Romero y Gainza van mostrando acercamientos con los distintos sectores que jugaron sus respectivas internas. Pero Guzmán y Varisco se hacen rogar.
En el peronismo, todavía hay muchas cosas por charlar, como se explica en la siguiente nota:
En Juntos, afirman que las relaciones están bien con Varisco. Que si la foto con Gainza se retrasó fue sólo porque la hija del ex intendente Sergio Varisco se tomó vacaciones después de las PASO y regresó a la ciudad hace pocos días. Si esto es efectivamente así, el gesto de mostrarse con el vencedor de la interna sería inminente. No pasaría de esta semana.
Anoche, la diputada radical confirmó que acompañará para octubre a los candidatos que ganaron la interna de JxC, pero marcando «límites políticos». ¿Qué querrá decir exactamente eso? En las próximas semanas se verá.
Hace siete días y con el propósito de acordar un trabajo conjunto para octubre, Gainza se reunió con el Comité Capital de la UCR. Del encuentro fueron parte Jorge Izaguirre y Gustavo Curvale, que compitieron por la intendencia enrolados con el sector que proponía para la gobernación a Pedro Galimberti.
El lunes, Gainza compartió una caminata con el Fernando Sibulofsky, el dirigente peronista que se había postulado para la intendencia pegando boleta con Rogelio Frigerio. A la noche, la Alternativa Radical que lidera Fabián Rogel se comprometió, en una reunión con el candidato, a juntar votos para Gainza en octubre.
Todos se integran a una mesa política en la que participan, además, los grupos del radical Roberto Sabbioni, del peronista Juan Domingo Zacarías, referentes del sector del ex gobernador Mario Moine (que había apoyado en la interna a Varisco), la concejal Claudia Acevedo, el radical Ricardo Gutiérrez y vecinalistas.
Está previsto que la ronda se complete esta semana con Ayelén Acosta, la postulante del PRO que quedó tercera en la interna y, claro, Varisco. Gainza podrá presumir, entonces, de haberle ganado -también en esto- a Romero.
Fuente: Página Política
