
La campaña del Frente de Todos parece no tener la uniformidad que requiere, de mínima, cualquier estrategia en el marco de un proceso electoral. Unificar un mensaje, una imagen. Esto no lo saben solo los consultores, también lo podría advertir un alumno de tercer año de Comunicación Social de la UNER.
Nada de eso parece suceder en el espectro frentetodista, que viene de una derrota que censuró cualquier posibilidad de expectativas para el 14 de noviembre. La voluntad solo alcanza para “achicar”. A Enrique Cresto se le achaca cortarse solo y no ser riguroso con un manual proselitista ya pautado. En el círculo rojo aseguran que le soltaron la mano. Todos parecen tener razón.
¿Cuántas fotos de Gustavo Bordet con el candidato se vieron desde el inicio de la campaña de cara a las generales? Pocas. ¿O ninguna? Una lástima si es cierto que el Gobernador sigue sosteniendo la imagen alta.
Cresto eligió el Día de la Lealtad para dejar sentado lo que piensa:
Las internas que se vieron por la televisión porteña también operan abajo, en territorio provincial. Las diferencias se advierten a la luz del día.
La semana pasada llegó a Entre Ríos Eduardo “Wado” De Pedro. El referente de La Cámpora, que dio el puntapié inicial en aquella semana trágica para el gobierno nacional al poner su renuncia en la tapa de los diarios. Aterrizó en Gualeguaychú para una actividad de gestión. Bordet fue hasta allí, pero de los candidatos solo estuvo el camporista Tomás Ledesma. La visita no tuvo demasiada difusión. Seguramente porque en el oficialismo tienen la misma encuesta que la oposición: el kirchnerismo no garpa.
El funcionario nacional de mayor exposición en el territorio es Daniel Koch, perspicaz y activo en la gestión, pero en el plano de lo político es un elefante en un bazar. Instaló una obra en homenaje a Evita a la entrada de la ciudad de Nogoyá, de donde es oriundo. Los radicales rechazaron hacerlo en ese lugar, no así en otro. Incluso el PJ local acordó resolverlo por ordenanza y se aprobó por unanimidad. El referente de Sergio Massa en Entre Ríos desoyó a todos y lo puso donde quiso, solo con el acompañamiento de su agrupación “Puerta de Hierro”. El funcionario de Vialidad supo quejarse por una “inundación de montoneros” en la ciudad cuando reinaba el kirchnerismo e insultó a la activista trans Keili González que lo denunció en el Inadi. En cualquier momento lo llama Luis Espert.
El centro y adentro
Este fin de semana Horacio Rodríguez Larreta estuvo en Paraná. Como a Rogelio Frigerio, cuando se le pregunta por algo, cualquiera sea el tema, la culpa la tiene el kirchnerismo. De hecho cuando fue consultado por la invitación a sentarse a una mesa con el Gobierno dijo que su espacio lo haría con todos los sectores, menos con los kirchneristas. Esa simple respuesta explica por qué cuando Cambiemos estuvo al frente de la gestión la única oposición que se visualizaba estaba ahí, en el campamento kirchnerista. El peronismo en general, o en buena parte, podría formar parte de un gobierno de Rodríguez Larreta o Frigerio. Se lo llamaría, seguramente, de “unidad nacional” o “Moncloa argenta”.
En esa etapa de la construcción está el sector de Juntos por el Cambio referenciado con las palomas, filos peronistas, como Larreta y Frigerio. El jefe de gobierno porteño y sus voceros sólo encienden la verba rabiosa en CABA, para pelearle el voto a Milei; mientras que el ex ministro del Interior no se mueve del centro, como Bordet. Por eso la foto de Wado no se difundió como se suele hacer ante la llegada de un ministro de relevancia y Frigerio recibe los radicales más críticos, como Gerardo Morales, y evita que se lo metan a Macri en la agenda de visitas. Tácticas.
En el peronismo se activaron caminatas. Cresto estuvo en Paraná con su viejo socio de la Lista 100, Julio Solanas. Antes había estado con Adán Bahl, que lo sacó por lugares de Paraná Campaña. El concordiense ha sido generoso con obras.
Como publicó Página Política hace tres semanas, el Frente de Todos apuesta al cambio de humor producto de las aperturas por la vacunación, que la macro derrame en la micro y que se empiece a ver la luz al final del túnel. Todo lo demás hay que constatarlo en cualquier comercio o supermercado.
Las encuestas no cuentan demasiado. Menos una, la que se conoció la noche del 12 de septiembre.
Fuente: Página Política