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Interna JxER

El varisquismo, funcional a Frigerio

La dirigencia varisquista, en sus distintas variantes, terminó en esta interna jugando a favor de los intereses del ex ministro de Macri. Unos lo apoyan desde el minuto cero; otros terminaron sumándose tras fracasar en el intento de un acuerdo con Galimberti; y otros lo benefician dividiendo el voto radical.
Pablo Bizai
Por: Pablo Bizai
pablobizai@gmail.com

La organización política más importante que tuvo la UCR de Paraná desde el regreso de la democracia en 1983 sufrió en 2020 un proceso de desmembramiento. Fue tras la condena por narcotráfico que cayó sobre su líder, el ex intendente Sergio Varisco a fines de 2019.

La diáspora del varisquismo, que se terminó de consumar con la muerte de Varisco a fines de mayo, llevó la fragmentación de la UCR de Paraná a su máxima expresión. Fue por eso que las dos listas mayoritarias de la interna de Juntos por Entre Ríos (JxER) evitaron llevar candidatos de Paraná. A pesar de que se trata del principal distrito electoral de la provincia, sumar un postulante de un sector podía implicar ponerse en contra al resto de las facciones. Más pérdidas que ganancias.

Sin embargo, Paraná tiene dos candidatos radicales en las PASO del 12 de septiembre. Y los dos son varisquistas. Pero terminan jugando a favor de la lista que encabeza el líder del PRO, Rogelio Frigerio, en tanto dividen el voto radical.

Uno compite dentro de la interna de JxER, el ex concejal Carlos González, un histórico del varisquismo que se anotó para terciar en la disputa que protagonizan Frigerio y la lista que encabeza Pedro Galimberti. El ex ministro de Mauricio Macri y el intendente radical de Chajarí juegan esta instancia electoral como un primer paso en su proyecto para buscar la gobernación en 2023. Galimberti además lleva en su lista al intendente de Crespo, Darío Schneider, también anotado para la gobernación.

Estas proyecciones provinciales de mediano plazo hacen que la disputa interna en JxER esté centrada en estas dos listas. Y que la opción de González sea testimonial, aunque con un efecto práctico: lo mucho o poco que pueda juntar será voto radical, se lo restará a Galimberti y, con ello, favorecerá electoralmente a Frigerio.

 

La otra opción varisquista es la de la diputada Lucía Varisco, hija de Sergio, que no compite en la interna de JxER. Se presenta por afuera, directamente en contra de la UCR. Va como candidata del partido Fe, que alguna vez fue parte de Cambiemos en Entre Ríos, pero que hoy está más cerca del peronismo y de hecho integra el Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires.

La arriesgada apuesta de competir –con semejante apellido– en contra de la UCR, se basa en la idea de que es imposible vencer a Frigerio en la interna. En esta lógica, haberle hecho caso a González, que le propuso en su momento una lista común, o haberse sumado a la lista de Galimberti, hubiera significado para la hija de Varisco legitimar la victoria de Frigerio. Y no estaba dispuesta a dejar de criticarlo y mucho menos a acompañarlo para las generales de noviembre.

La pregunta es, entonces, cuándo sería el momento de enfrentar a quien considera que ha perjudicado los intereses de la UCR y, en particular, la carrera política, la libertad y hasta la salud de su padre. Se supone que se sumará a la construcción que Galimberti y Schneider hagan para 2023. Mientras tanto, nadie se atreve a pedir su separación del bloque de Juntos por el Cambio o, incluso, su expulsión de la UCR bajo la causal de competir contra el partido.

Lo cierto es que, de cara a las PASO, la candidatura de la diputada Varisco resulta funcional al candidato del PRO, porque ofrece una tercera opción radical. Profundiza la fragmentación del partido mayoritario de la coalición opositora.

De cara al 12 de septiembre, Varisco beneficia a Frigerio porque divide el voto radical. Pero de cara a las elecciones de noviembre (si es que suma el 1,5% de los votos en las PASO) su candidatura resultará funcional al peronismo, porque divide el voto opositor y, con ese apellido, le quita apoyo radical a Juntos por Entre Ríos. En ambos casos, juega en contra de la UCR.

 

Lo que no fue

Otra hubiese sido la historia si el varisquismo residual, en sus distintas versiones, se hubiera sumado a la lista que encabeza Galimberti. Eso era lo que se esperaba originalmente desde Construir: poder nutrirse en Paraná del malestar varisquista hacia Frigerio y el PRO.

Pero el varisquismo ya había dejado de ser lo que fue y sus escisiones asumieron posiciones antagónicas.

Una parte del ese varisquismo nunca compartió la teoría de lawfare con la que Lucía explica la suerte de su padre. Muy por el contrario, dos concejales electos por las listas de Varisco, Walter Rolandelli y Francisco Avero trabajan hace más de un año para el proyecto municipal del dirigente del PRO, Emanuel Gainza. Y el diputado Eduardo Solari, que fuera una primera espada política de Varisco en su última gestión, apoya la lista de Frigerio desde el minuto cero.

Otra parte del varisquismo, crítico del PRO pero lejos de las posiciones de Lucía, quedó esperando un acuerdo con Galimberti que nunca se concretó. Le reprochan un mal manejo político al intendente de Chajarí, que no supo cómo hacer pie en la compleja interna de la capital provincial.

En esa situación quedó Roberto Sabbioni, otro histórico aliado del varisquismo en todas sus gestiones municipales, que tras el cierre de listas terminó sumándose a las filas de Frigerio, a pesar de que pocas semanas atrás había firmado una declaración en contra del candidato “visitante de la provincia, con ideas distintas a nuestros principios”.

En la misma situación está Bases Radicales, que tiene como armador a Ricardo Gutiérrez, por muchos años secretario privado de Varisco. Este miércoles, el grupo resuelve formalmente su posición: acompañar a Frigerio.

Fuente: Página Política
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