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Frigerio está para dar la interna

Es lo que han dejado trascender en su entorno. Cree que la UCR le va a dar pelea y lo considera lógico. No descarta tampoco una interna en el PRO con Etchevehere, como candidato del ala dura. Pero no cree que un apoyo de Macri defina nada. El rol de Benedetti. Las dudas con Galimberti y Schneider.
Pablo Bizai
Por: Pablo Bizai
pablobizai@gmail.com

Aunque no sabe si contará con la herramienta de las PASO, Rogelio Frigerio se prepara para dirimir en una interna de Juntos por el Cambio (JxC) su postulación a diputado nacional por Entre Ríos. Considera que, tal como está montado el escenario político, esa resultaría la salida más lógica.

Esto no quiere decir que haya descartado la posibilidad de un consenso o que piense abandonar su discurso de moderación, su público talante componedor que, se ha visto, forma parte de su ADN político. Es lo que mejor le sale, pero también lo que –entiende– más le conviene a su acumulación de poder. Habrá que ver cómo reacciona cuando, llegado el caso, el peronismo lo ataque. Hasta ahora sólo recibe cuestionamientos desde el radicalismo donde, naturalmente, buscan marcarle la cancha.

El equipo de campaña de Frigerio no ha mandado a hacer nuevas encuestas. Se manejan con los datos del año pasado, en los que dentro JxC de Entre Ríos sólo el ex ministro del Interior y el diputado radical Atilio Benedetti (candidato en las elecciones de la última década) prevalecen como los dos dirigentes con más conocimiento público. Es una cualidad valiosa para una campaña corta como la que se viene, en la que la crisis sanitaria y económica dificulta aún más el trabajo de instalación de un nuevo candidato.

La alternativa de acordar con Benedetti siempre está. Pero cerca de Frigerio creen que el radical va a intentar jugar en las PASO, aunque finalmente sea para quedar en el tercer lugar. Porque acordar un tercer lugar en una lista única que encabece Frigerio (el segundo es para una mujer) implicaría una suerte de reconocimiento de la superior estatura política del candidato del PRO; se interpretaría como un implícito aval a su postulación para 2023.

Claro que también está la posibilidad de que, como algunos creen dentro de JxC, Benedetti, ya casando de tropezar una y otra vez con el escollo de la interna radical, no vuelva a intentarlo en 2023. Nadie lo sabe.

Frigerio está resuelto a competir este año en una interna que se le presenta en principio favorable, como expresión de lo nuevo y por las conocidas resistencias que encuentra Benedetti al interior de la UCR. Sabe que recibiría el voto de muchos radicales.

Pero además, ya fuera del poder, no tiene el dominio que tenía sobre la UCR como para imponer una lista acordada con un sector del radicalismo.

Ni siquiera puede asegurar el control de la interna de su pequeño partido. La amenaza de una postulación de Luis Miguel Etchevehere, como candidato del ala dura del PRO y con el aval de Mauricio Macri, sigue latente. Esa eventual interna trasladaría a Entre Ríos la discusión entre palomas y halcones que viene signando a JxC desde su salida del poder.

Pero Frigerio ha mantenido en las últimas semanas diálogos de acercamiento con primeras figuras del ala dura, como Patricia Bullrich. Y sabe que Etchevehere no es un rival que esté a la altura del predicamento que como ministro del Interior construyó en todos estos años en JxC de Entre Ríos. Considera relativos los eventuales apoyos externos para definir una candidatura en la provincia. No sólo el de Macri a Etchevehere, incluso el que seguramente él mismo recibirá de Horacio Rodríguez Larreta.

 

Peronistas y radicales

“Si no nos ponemos de acuerdo, vamos a las PASO. Si otro amalgama mejor a las corrientes internas y las que no son parte de Cambiemos, no tengo problemas en apoyar a otro candidato”, repite por estos días Frigerio, en conversaciones que tienen la vista puesta en 2023.

En la frase, la generosidad y el egoísmo se ocultan mutuamente: quien otro sino él está en condiciones de ampliar las fronteras de Cambiemos hacia terrenos que no pueden ser otros que los del peronismo.

Frigerio está convencido de que, para llegar al gobierno en 2023, Cambiemos debe fortalecer su pata peronista. Pero entiende que no alcanza con los viejos dirigentes antikirchneristas como Mario Moine, Augusto Alasino, Luis Leissa, Emilio Martínez Garbino. Necesita añadir robustez a esa columna.

Pero primero tendrá que vérselas con la UCR. Cree que Benedetti podría jugar. No sabe, en cambio, si Pedro Galimberti o Darío Schneider se van a animar a pegar el salto en esta legislativa. Concretamente, si alguno se atreverá a dejar este año su intendencia para postularse como diputado con el propósito de sumar instalación de cara a 2023.

Frigerio vio con buenos ojos la conformación de Construir, el espacio de intendentes, legisladores y referentes territoriales que nació a fin de año en la UCR, con Schneider y Galimberti como las figuras con más alto perfil político.

Los conoce bien de los cuatro años de ministro. Siempre los vio como una salida renovadora en la UCR, que no terminaba de cuajar porque les faltaba peso para definir candidaturas. No se terminaban de organizar y carecían de vínculos con la conducción nacional de la UCR, que siempre terminaba eligiendo a otros. Cuando se enteró del lanzamiento de Construir dijo que al final habían hecho lo que él les había dicho que hicieran de entrada.

 

Fuente: Página Política
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