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Frigerio – Varisco, la alianza menos pensada

El pase de la diputada Varisco a las filas de Frigerio fue la novedad más ruidosa del cierre de listas de Juntos por Entre Ríos. La hija del ex intendente radical fue la única dirigente de la coalición opositora que atacó con munición gruesa al candidato del PRO. Pero ahora se sienta a la mesa de los elegidos por Frigerio para suceder a Bahl en Paraná.
Pablo Bizai
Por: Pablo Bizai
pablobizai@gmail.com

Pragmatismo extremo. Ese podría ser el título que resuma la principal novedad que dejó el cierre de listas de Juntos por Entre Ríos. La diputada Lucía Varisco, que era la postulante a la intendencia de Paraná de Pedro Galimberti, decidió abandonarlo cuando corroboró que el aspirante radical a la gobernación no obtendría el pegado de su boleta con los precandidatos a la presidencia de JxC. Ahora irá en la boleta de Rogelio Frigerio, luego de haberse destacado por ser la única dirigente de toda la coalición opositora que se atrevió a confrontarlo.

En los últimos cuatro años, la legisladora radical acusó a los dirigentes del PRO de haberle “armado” la causa por narcotráfico a su padre, Sergio Varisco, con el fin de “sacarlo de la cancha” para “quedarse con la Intendencia de Paraná”.

Esa posición la llevó a competir en las elecciones de 2021 como candidata a diputada del partido Fe, que había sido uno de los socios de su fallecido padre, pero que para esos comicios iba aliado al peronismo en otros distritos. En ese momento explicó su decisión de abandonar JxC en que no estaba dispuesta a militar para que Frigerio llegue al Congreso de la Nación.

En JxC siempre se dijo que el financiamiento de su campaña venía del peronismo, con el propósito de dividir el voto opositor. Y la pública amistad que Varisco exhibió con el candidato del oficialismo en la pasada elección, Enrique Cresto, alimentó ese recelo.

Más contundente aún fue la solidaridad que Varisco expresó hacia el ex gobernador Sergio Urribarri, a quien consideró víctima de lawfare, como su padre. No fue sólo un posteo en redes sociales. La diputada Varisco lo escribió en una placa que se descubrió en la sede de la UCR al cumplirse el primer aniversario de la muerte del ex intendente de Paraná.

Todo eso pasó mientras pesaba sobre ella un pedido de expulsión de la UCR por la palmaria violación de la carta orgánica, al haber competido electoralmente en contra de su partido.

Los diputados macristas y sus pares radicales alineados con Frigerio pedían su apartamiento del bloque de JxC por sus continuos y crecientes ataques al candidato a gobernador del PRO. Pero los diputados radicales no frigeristas –los que jugaban con Galimberti– fueron los que la contuvieron en la bancada opositora. Le perdonaron incluso aquella recordada discusión en el recinto con la diputada del PRO Ayelén Acosta, en septiembre del año pasado. Por cuenta propia y sin aviso, la diputada radical atacó en durísimos términos a la entonces presidenta del PRO, Patricia Bullrich, que en el programa de Mirtha Legrand  había equiparado a la banda narco Los Monos con Sergio Varisco. Acosta salió en defensa de Bullrich y desde el espacio pidieron su expulsión del bloque. 

Pero ahora, sin mediar explicación política alguna, Varisco se suma a los postulantes a la intendencia de Paraná que llevan en su boleta a Rogelio Frigerio para la gobernación: Acosta y Emanuel Gainza por el PRO y el peronista Fernando Sibulofsky.

Atrás quedaron las acusaciones contra el PRO, Frigerio y Bullrich. Ahora Varisco pega boleta con los candidatos del partido que, según se cansó de repetir en los últimos años, le arruinó la carrera política y hasta la salud de su padre.

 

Nuevo escenario

Contradicciones al margen, la pregunta es ahora qué efectos electorales producirá la nueva comensal en la mesa frigerista de Paraná. A quién le quitará más comida.

En el PRO nadie dijo nada. Los candidatos aceptan las reglas de juego. A fin de cuentas, Varisco es parte de la coalición y para Frigerio es siempre mejor tenerla adentro que afuera.

Eso dicen en el campamento de Gainza, mientras miran de reojo a la recién llegada. En el de Acosta, en cambio, le hacen lugar en la mesa con mejores modales. Suponen que no serán ellos los que tendrán que compartir la comida. Los agravios a Bullrich pueden olvidarse.

Si la UCR dio tantas vueltas para sancionarla por haber competido en contra del partido; si fueron tantos los dirigentes radicales de distintos espacios internos los que aplaudieron el descubrimiento de la placa filokirchnerista del lawfare en la sede radical; si no fue echada del bloque por sus repetidos ataques a Frigerio (los que se terminaron yendo fueron los radicales frigeristas, para aliarse con los del PRO), fue porque la diputada, con su apellido ilustre para la historia radical de Paraná, lidera un trabajo territorial que, con poco, destaca en el panorama de alta dispersión que presenta el principal partido de JxC en la capital provincial.

Voto mata coherencia política y olvida cualquier agravio. El arribo de Varisco a las filas frigeristas es saludado con alivio por quienes la veían como una amenaza, al tiempo que pone a prueba la amplitud del armado electoral.

Finalmente, todas las esquirlas de la explosión varisquista estarán sumando para Frigerio en la capital provincial. La de Lucía; la de Roberto Sabbioni en la fórmula con Acosta; la de los concejales que llegaron con ese sello y hoy militan para Gainza; la de los ex postulantes a intendente Silvina García y Ricardo Gutiérrez.

Fuente: Página Política
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