En las últimas horas corrió una versión inquietante para la interna peronista. La posibilidad de que se adelante la sesión preparatoria en la Cámara de Diputados y cambie de manos la presidencia.
No es la primera vez que el recalentamiento de la interna echa a rodar un rumor de este tipo. Ya pasó a mitad de año, cuando la cuerda se tensó en las discusiones por la reforma electoral.
Este lunes, con el gobernador Gustavo Bordet aún sin regresar de su viaje a China, en los pasillos de la legislatura provincial se afirmaba que existía una decisión del Ejecutivo de terminar el año con nuevas autoridades de Cámara, lo que implicaría una confrontación hasta ahora inédita con Sergio Urribarri.
Habitualmente, un día antes de la apertura de sesiones ordinarias –que la Constitución fija para el 15 de febrero- se realiza la sesión preparatoria en la que se eligen las autoridades de Cámara para ese período. La versión afirma que, como para esa fecha se estará en pleno trámite de cierre de listas para las PASO de abril, se quiere separar a la legislatura del proceso electoral y realizar la preparatoria en diciembre, antes del receso de verano.
El rumor no circuló sólo en el peronismo. También dentro de Cambiemos se manejaba la posibilidad de que Bordet los convocara para hablar de temas electorales y legislativos.
Los que le dieron crédito a esa hipótesis, interpretaron que Bordet estaría aprovechando el desgaste que produce el escándalo de los contratos truchos para marcar, con un fuerte gesto, la cancha de la interna con vista al próximo armado electoral del peronismo.
Otros, en cambio, no creyeron posible semejante jugada por parte de un dirigente al que no observan cómodo en el juego de la confrontación.