La UCR de Entre Ríos se encamina a una disputa electoral interna relevante. No por su magnitud, porque probablemente no voten muchos afiliados, sino por la discusión política que plantea y que servirá para ordenar el tablero dentro del principal partido de Juntos por Entre Ríos de cara al proceso electoral de este año.
En las elecciones del 16 de abril para la renovación de la conducción partidaria se enfrentarán los radicales que proponen para la gobernación al diputado Pedro Galimberti (postulan para la presidencia del partido al intendente de Crespo, Darío Schneider) y la dirigencia radical que promueve la postulación a gobernador del líder del PRO, Rogelio Frigerio, en alianza con los proponen para ese cargo al radical Fabián Rogel (impulsan el nombre de Fuad Sosa para el Comité Provincial).
Se trata de una interna no querida por el segundo grupo, que se termina dando porque Schneider lanza su postulación a la presidencia del partido sin antes intentar un diálogo para la búsqueda de un consenso, como es habitual en la tradición radical. Es que Galimberti busca que esta interna partidaria se convierta en una instancia de acumulación política para su postulación a gobernador. Y para eso no sirve el consenso, sino vencer a los radicales que apoyan a Frigerio, como explicó oportunamente Página Política en la siguiente nota:
Pero entre los Radicales para conducir y gobernar, tal el nombre que se dieron los que impulsan a Frigerio y a Rogel para la gobernación, interpretan que la jugada de sus adversarios parte de un diagnóstico equivocado sobre el predicamento de Galimberti en el radicalismo, derivado de las PASO de 2021 para las elecciones intermedias de ese año.
En aquellas primarias, la lista que encabezó Galimberti se alzó con casi el 32% de los votos, superando holgadamente el piso del 25% para la obtención de minoría, lo que le permitió al ex intendente de Chajarí integrar, en el tercer lugar, la lista de diputados nacionales encabezada por Frigerio y llegar al Congreso de la Nación. “Confundieron esa interna con esta partidaria, en la que todo el mundo juega sus cosas y se activaron los grupos provinciales”, advierte un viejo conocedor del paño interno radical, que pone el acento en los diferentes incentivos que tienen una elección intermedia y una general como la de este año, en la que se ponen en juego todos los cargos electivos provinciales y locales.
Hay, por cierto, algunos datos objetivos entre aquella buena primaria de Galimberti de 2021 y el presente. En el medio, se registraron varios pases para el sector de Frigerio, que derivaron en que el candidato a gobernador del PRO reúna hoy el apoyo de la mayoría de la dirigencia radical: 10 de los 17 intendentes; 4 de los 7 diputados provinciales; 2 de los 3 senadores provinciales; 2 de los 3 diputados nacionales y la única senadora nacional del radicalismo, como lo informó oportunamente Página Política en la siguiente nota:
De cara a las elecciones del 16 de abril, los adversarios de Schneider miran sus listas y ven un predominio de candidatos de Crespo, Paraná Campaña y Chajarí (los territorios de Schneider y Galimberti), contra una representación de los grupos “más importantes” y de “toda la geografía” de la provincia en la lista de Sosa. “El radicalismo está de este lado”, afirman.
Reconocen como principal activo del sector de Galimberti y Schneider haber cerrado un acuerdo con el varisquismo en Paraná. Aun así, no dejan de comparar el número de militantes que mostraron las fotos de los dos lanzamientos producidos la semana pasada en la sede central de la UCR: una fue en la sala donde habitualmente se hacen las conferencias de prensa y la otra necesitó del salón de actos.
Las listas de Radicales para conducir y gobernar –destacan, como una virtud– expresan un acuerdo entre los sectores más tradicionales (Atilio Benedetti encabeza los delegados al Comité Provincial; Rogel a la Convención Nacional) con los más nuevos, como Evolución (Bruno Sarubi sería el candidato a presidir el Congreso partidario).
“Andaban diciendo que nosotros éramos muchos grupos con muchas diferencias entre nosotros y que por eso no nos íbamos a poner de acuerdo. Pero les fracasó el diagnóstico”, dice a Página Política otro radical que lleva décadas anotando su apellido en las internas partidarias y que lamenta que “un dirigente valioso para el radicalismo, con probada capacidad de gestión” como Schneider se exponga innecesariamente al “desgaste de una derrota”.
Para qué
Las instancias internas tienen esta virtud: los dirigentes suelen expresarse con más claridad que nunca, aunque sea fuera de registro, como en este caso. Dicen que el sector de Galimberti nunca quiso enfrentar a Frigerio. Que todo lo que buscó desde 2021 fue ganar musculatura política para negociar en mejores términos con el candidato a gobernador del PRO.
En el caso de Rogel, lo dijo púbicamente en el acto de lanzamiento del martes pasado: “Cuando (en 2016) propuse a Galimberti como presidente del Comité Provincial, me pidió que antes de cerrar la lista le avisara a Frigerio”. El año pasado, en una nota con Página Política, había dicho que fueron “muchos intendentes” radicales, como Galimberti, los que primero “posicionaron” a Frigerio y luego salieron a “jugar la interna radical”:
Galimberti pretende demostrar en esta interna que la dirigencia que apoya a Frigerio perdió predicamento entre los afiliados. Si Rogel y los radicales que acompañan al ex ministro de Mauricio Macri tienen razón, la jugada terminará siendo un boomerang para su postulación a gobernador.
Otro dirigente radical, de los que apoyan a Frigerio, ve en cambio que aun perdiendo Schneider, Galimberti puede ganar. “Hoy tiene un 20%, con suerte. Si en la interna (partidaria) saca el 35%, se sienta a negociar en otros términos con Frigerio”, evalúa.
¿Tan poco tienen Galimberti y Schneider en la UCR? “No pueden ganar de ningún modo la interna radical. Si hacen eso, nos tenemos que ir todos”, responde el radical frigerista.
Fuente: Página Política
