Entre las 8 y las 18 de este domingo, los afiliados a la UCR elegirán a las autoridades partidarias que conducirán la principal fuerza política de Juntos por Entre Ríos por los próximos dos años, en todos sus estamentos: provincial, departamental y local.
Para el Comité Provincial hay dos listas:
Radicales para conducir y gobernar propone el ex diputado Fuad Sosa como presidente del partido. Conviven en esta lista los dirigentes radicales que promueven la postulación a gobernador del líder del PRO, Rogelio Frigerio y los que proponen para ese cargo al ex diputado radical Fabián Rogel.
Cambio Radical lleva como presidente de la UCR al intendente de Crespo, Darío Schneider, impulsado por los radicales que proponen para la gobernación al diputado Pedro Galimberti.
En la siguiente nota, todos los nombres de ambas listas:
Como en cualquier elección que tenga por objeto renovar una conducción partidaria, en la interna radical de este domingo sólo pueden votar los afiliados, que en toda la provincia suman un poco más de 73 mil (ver padrón al pie de esta nota).
Se trata de una elección relativamente pequeña, pero que adquirió un vuelo político mayor a las desarrolladas en la última década (ver recuadro al pie de la nota). Es porque el sector que promueve a Galimberti para la gobernación busca que se convierta en una instancia de acumulación política para esa candidatura. Pretenden vencer internamente a los radicales que apoyan la postulación a gobernador de Frigerio, para demostrar que han perdido predicamento en las bases del radicalismo.
Por eso es que pusieron a jugar a su mejor hombre. Desde mitad de febrero, Schneider, viene recorriendo los comités con el propósito de reunir los apoyos necesarios para ser el próximo presidente de la UCR entrerriana.
En frente, los radicales que juegan con Frigerio y los que proponen como gobernador a Rogel preferían evitar la confrontación. Pero la salida al ruedo de Schneider los obligó a jugar. Presentaron una lista que lleva a la cabeza a Sosa, un dirigente que ya ocupó la presidencia de la UCR y que en buena medida representa a la dirigencia más tradicional del partido.
Atractiva
Es habitual que en una interna de este tipo haya un sector que se propone como la renovación. En este caso no hay dudas respecto a que la dirigencia que más ocupó la conducción partidaria en los últimos 20 años está en la lista que encabeza Sosa.
Pero ese no es el principal atractivo de esta interna. Lo que la vuelve especial es que servirá para medir qué porcentaje del radicalismo de Entre Ríos está de acuerdo con llevar este año un candidato a gobernador no radical. Es un dato significativo, si se toma en cuenta que la UCR es el principal partido de Juntos por Entre Ríos y Frigerio el candidato más competitivo del frente opositor.
La presencia de Rogel en Radicales para conducir y Gobernar puede debilitar esa lectura tan lineal. Se puede decir que una porción de los que voten por la lista que encabeza Sosa estarán avalando la postulación a gobernador del ex diputado radical. Pero es, precisamente, en la lista de Schneider donde no toman en cuenta la postulación de Rogel, porque lo considera funcional a Frigerio.
En cualquier caso, el contexto vuelve a esta interna mucho más competitiva que las anteriores. Las dos listas se están moviendo porque no es poco lo que ponen en juego. Los que pierdan quedarán mal parados de cara a las elecciones provinciales. Si el derrotado es Schneider, Galimberti debilitará su candidatura, en tanto representante del voto radical que enfrenta en las PASO al líder del PRO. Si el vencido es Sosa, se devaluará el apoyo de la dirigencia radical a Frigerio.
Movilización
La interna es entretenida además porque resulta difícil de predecir. Los triunfos contundentes que ambas listas pronostican (algo habitual en cualquier interna) se estiman sobre un padrón antiguo, con una alta proporción de afiliados que hace mucho tiempo no participan.
La principal incógnita es si esta interna logrará movilizar a los radicales, lo suficiente como para ratificar la idea de que la UCR es el instrumento político y electoral más importante de Juntos por Entre Ríos. Ese es el principal activo de los radicales dentro de la coalición opositora. Lo seguro es que, en cualquier caso, el partido está ya mucho más movilizado que si se hubiera acordado una renovación de autoridades por lista única.
Las estimaciones de participación son muy variables. Dependen en muchos casos de cómo se resuelvan las disputas locales para las departamentales y los comités de ciudad. Algunos arriesgan que podría votar el 20% del padrón, unas 15.000 personas en toda la provincia. Parece poco, pero es mucho en comparación con las 1.903 personas que participaron de la última elección partidaria del PRO, en noviembre de 2020.
Mucho o poco, políticamente lo más importante será observar qué piensan los afiliados de la bandera que viene agitando Galimberti para que, en consonancia con lo resuelto por la Convención Nacional partidaria, la UCR sea la que lleve el candidato a gobernador de JxC. Puede que todos los radicales estén de acuerdo con ese concepto, pero a muchos no les cierre Galimberti como candidato.
Puede también que haya radicales a los que Galimberti no les caiga mal, pero que no lo vean con el volumen político suficiente para la gobernación. El nombre de la lista de Sosa, “Radicales para conducir y gobernar” encierra la idea de que sólo con Frigerio como candidato pueden desalojar al peronismo de la Casa de Gobierno que ocupa hace 20 años. Ese razonamiento táctico –que supone el reconocimiento de la propia debilidad– puede convencer a algunos (o muchos) afiliados radicales genuinamente, más allá de la interna.
Más información sobre la interna radical:
A continuación, el padrón de la UCR:
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La última década
La corriente Illia, como grupo dominante de la UCR, venía presidiendo el Comité Provincial con José Artusi (2010-2012, electo por consenso); Jorge D’Agostino (2012-14, con internas) y Fuad Sosa (2014-16, con internas).
En los dos siguientes períodos, la Illia cedió ese cargo para evitar la interna. En 2016 se consensuó el nombre del entonces intendente de Chajarí, Pedro Galimberti para el Comité Provincial y en 2018 el del jefe comunal de Villa Elisa, Leandro Arribalzaga. Fueron presidentes de la UCR que contaron con el aval de Frigerio, por entonces ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, a quien los intendentes radicales frecuentaban en busca de fondos.
La pandemia llevó la interna que debía realizarse a fines de 2020 hasta mitad de abril de 2021. Otra vez la renovación de la conducción partidaria fue por consenso. Con Jorge Monge, la Illia recuperó la presidencia del partido, en un acuerdo con el sector de Galimberti y Schneider, que como fundadores de la corriente Construir –conformada mayoritariamente por intendentes– habían amagado con dar la pelea interna, en una cruzada renovadora que se quedó a mitad de camino.
Al poco tiempo todo cambió. La Illia se partió luego del apoyo de Atilio Benedetti a Frigerio para las legislativas. Y el sector de Galimberti y Schneider sufrió varias fugas de intendentes que se fueron con Frigerio.
La interna se concretó finalmente en las PASO de JxC para las legislativas de 2021, donde Galimberti obtuvo con holgura la minoría, que le permitió integrar la lista de diputados encabezada por Frigerio, desplazando a Benedetti del tercer lugar.
Galimberti llegó al Congreso y Benedetti, que había sido el primer y más importante apoyo de la dirigencia radical de Entre Ríos a Frigerio, no pudo reelegir.
Fruto de ese proceso interno, los dos bandos radicales (los que pactaron y los que enfrentaron a Frigerio) obtuvieron una banca: Galimberti y Marcela Ántola, que ocupó el segundo lugar de la lista por un acuerdo de Frigerio con el senador porteño Martín Lousteau.
